El mismo día que incendiaron tres autos estacionados frente a la subcomisaría 22° de zona oeste, en el sur de Rosario hubo este miércoles otro ataque con presuntos fines extorsivos a un comecio. Esta vez, le tocó a un local de venta de ropa, en San Martín al 3300, que amaneció con dos perfraciones de bala en la vidriera. El dueño del negocio había recibido hace un tiempo exigencias de dinero para «poder trabajar». Hizo la denuncia, pero no tuvo respuestas. Esta semana, sufrió un adelanto: un piedrazo contra el mismo cristal del frente.
Emanuel, propietario del comercio que gestiona hace 12 años en el corredor comercial de calle San Martín, relató que en octubre del año pasado había recibido mensajes intimidatorios a su móvil particular. Le exigían un monto de plata para dejarlo seguir con el negocio. Lamentó que tras la denuncia pertinente en la comisaría 16° y las promesas de que iban a investigar y llamarlo, eso nunca pasó. Agregó que tuvo que cambiar el número de celular para que cesaran las advertencias, y se quejó de que el servicio de seguridad pública sea inexistente.
El propietario relató que este lunes hubo un antecedente a los balazos que descubrió dos días después la empleada que abre el comercio: un piedrazo, también en la vidriera. Emanuel destacó que no es un gran empresario, y que apenas tiene un local. Recordó, además, que cuando hace las llamadas extorsivas que recibió hace meses incluían datos personales como el tipo de movilidad que usaba, lo que implica un mínimo trabajo de inteligencia de los perpetradores.