Search

Banderazo leproso: a pesar de todo hubo fiesta y apoyo al plantel

La tradicional fiesta de apoyo de los hinchas al plantel antes del Clásico se desarrolló con euforia y el reclamo de ganar el domingo como consigna

Por José Odisio

Foto: Juan José García

El enojo está, se percibe en la calle, en las redes sociales, y lógicamente en la cancha. La proximidad del Clásico y el pobre presente futbolístico genera desazón, bronca y en muchos casos angustia. Pero el hincha siempre recicla su pasión. Por un rato se olvida de todo y se deja llevar por su corazón leproso. Y eso sucedió en el banderazo, que parecía una locura de realizar tras los incidentes posteriores a la derrota frente a Defensa. No importó, la gente quiso estar, los jugadores también, a pesar del clima hostil que podía haber hacia ellos, y la fiesta tuvo su continuidad, como sucede desde 1997 antes de cada choque frente a Central.

Fueron 15 o 20 minutos. Los jugadores salieron de la manga del vestuario con mirada de costado, sabiendo que el apoyo iba a estar, pero que la bronca del hincha también podía presentarse. Y no fu así. Enseguida hubo aplausos y una canción que unió a las partes. «El domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar…», fue uno de los hits más escuchados. Y los pibes, esos formados en el club, comenzaron a saltar como si los hinchas estuvieran en la cancha. Y se sumó Ever, y después otros, y enseguida Keylor Navas, que saltaba y grababa todo en su celular.

Fue fiesta. Con un claro mensaje de necesidad de victoria ante Central. Pero no hubo apriete, ni banderas amenazantes, ni siquiera reprobación. Hubo apoyo e ilusión. Una inyección anímica que el equipo necesitaba.