El hospital de Bellvitge de Barcelona, España, centro de referencia nacional y uno de los mayores del área metropolitana, suspendió desde el viernes pasado todas las intervenciones programadas. El centro de salud justificó que lo hizo por falta de plazas ante “un pico de la epidemia gripal” pero, a la vez, no escapa a la falta de fondos después de los sucesivos recortes presupuestarios del gobierno de Cataluña: en total, unos 1.200 millones de euros en los dos últimos años, según publicó ayer el diario español El País.
Los cirujanos estaban de brazos cruzados ante quirófanos vacíos, las camas cubiertas con sábanas sin estrenar y muchos pacientes graves se quedaron sin intervención.
Las autoridades justificaron la medida por “un pico de la epidemia gripal”. Pero la típica epidemia gripal de cada invierno dejó al descubierto las carencias de los hospitales públicos de Cataluña tras los recortes de la Generalitat, alrededor del 12 por ciento del presupuesto de sanidad –unos 1.200 millones de euros– en los dos últimos años, según el diario madrileño.
El hospital de Bellvitge suspendió todas las intervenciones programadas –una veintena– para liberar camas y poder atender a los pacientes que se acumulan en urgencias
“Hemos sufrido un pico de la epidemia gripal y no disponíamos de suficientes camas para cubrirlo”, señaló un portavoz del hospital que no precisó cuántas camas mantiene cerradas el hospital. “No es una cifra estable, van variando según las necesidades del centro”, justificó.
Entre los afectados quedan pacientes graves, como Silvia López, de 33 años, a la que el viernes pasado debían extirpar siete tumores por un cáncer de recto con metástasis en el hígado y los pulmones.
“Meses de quimioterapia y semanas de dieta para que nos dejen tirados a última hora”, lamentó López con la angustia de no saber cuándo la intervendrán.
“Los médicos dicen que era urgente, nadie entiende por qué hacen esto”, insistió. Las autoridades del hospital se atajaron ante la consulta de la prensa y afirmaron que ya habían reprogramado la urgente operación de López para el próximo martes.
El cierre de quirófanos también afectó a otros cuatro pacientes con procesos cancerígenos, detallaron fuentes hospitalarias.
“No tienen ni que pasar la fregona (un trapo de piso) para que podamos utilizarlos”, lamentó López ante un reguero de camas vacías y sin poder borrar un gesto de no comprender.
“La Generalitat dijo que los recortes no afectarían a los pacientes graves… y míranos”, protestó su marido, Jesús Rojano, desde una planta de hospital casi desierta.
El cierre masivo de los quirófanos de Bellvitge, que anuló todos los ingresos, se produce tras una semana con las urgencias colapsadas en muchos de los hospitales públicos, indicó El País. Hasta el viernes pasado, los centros habían suspendido sólo intervenciones no urgentes ni graves, básicamente relacionadas con traumatología.
El Departamento de Salud, por su parte, admitió que los hospitales han padecido una “sobrecarga” ante una epidemia con más incidencia que la de otros años pero rechazaron hablar de colapso.
La dirección del centro admitió problemas por “un incremento de la demanda asistencial coincidiendo con una epidemia de gripe”, señaló por la tarde en un comunicado que no hacía mención alguna al número de pacientes afectados. Ante esta situación, anunció, el centro abrirá 26 camas hospitalarias a partir de mañana.