«El cuerpo nos pedía una cosa, pero el sentido común nos dice otra. No podemos seguir así, porque nos acabaremos matando por la calle», ha afirmado Rosell durante su discurso en el Congreso Mundial de Peñas, que se celebra el lunes en el Palacio de Congresos de Cataluña.
El presidente del club catalán ha apuntado que uno de los motivos para no denunciar a Mourinho ante el Comité de Competición es lo que sucedió en Madrid en el partido de ida de la Supercopa, cuando el autobús donde viajaban los directivos del Barça fue apedreado.
Cree que la denuncia crisparía más la relación entre ambos equipos y, por extensión, entre las aficiones, y añadió que su junta directiva «no es ni bravucona ni charlatana» y que, además, «a Mourinho ya le ha juzgado la opinión pública».
Más allá de los incidentes extradeportivos, Rosell ha valorado la victoria de su equipo en la Supercopa ante el eterno rival: «Prácticamente veníamos de la playa y le ganamos el título a un equipo que estaba mucho más preparado», ha sentenciado.