Titulares de bares y restaurantes tienen todo listo para extender el horario de apertura hasta las 23 desde este fin de semana. Es que a las 00 de este viernes vence el decreto provincial que estableció por dos semanas el cierre de los locales gastronómicos a las 19 en los departamentos de Rosario y San Lorenzo. Desde el sector ven con expectativas la amplitud horaria y esperan que ayude a paliar la crisis que, según denunciaron, se reflejó en un 50 por ciento de pérdida. En tanto, mantuvieron reuniones con autoridades municipales para pedir un auxilio económico que les permita acompañar las medidas sanitarias.
“Este viernes volveríamos a abrir hasta las 23 en base al decreto nacional que rige hasta el 21 de mayo, a menos que un nuevo decreto provincial lo invalide”, dijo a El Ciudadano Carlos Mellano, titular de la Asociación Hotelero Gastronómica.
Según señaló, el cese de la atención al público a las 19 tuvo un gran impacto económico, en especial, para las cervecerías o las parrillas. Algunos locales optaron por abrir sus puertas más temprano y otros ni siquiera levantaron la persiana.
Por eso, la expectativa está puesta en reactivar la actividad desde este viernes pese a que el tope de circulación a las 20 continúa vigente hasta el 21 de mayo por la resolución nacional.
“La noche nos permite un mayor consumo y precio pleno (sin promociones). Los resto bares pudieron funcionar con desayuno, almuerzo y merienda pero algunas parrillas ni abrieron. Nadie va a cenar a las 18”, ejemplificó Mellano.
Otra problemática es la que afecta a los locales céntricos que tenían el fuerte de la demanda en las oficinas e institutos. “Más allá del horario de apertura, la demanda se ha retirado a partir del teletrabajo. No sabemos si esa situación se modificará. Hay que repensar el centro estructuralmente”, agregó.
En cuanto a las opciones de delivery y take away, Mellano destacó que fueron una alternativa ante las restricciones pero que resultó en una multiplicidad de oferta para una misma demanda. “Terminó siendo un negocio para nadie y muchos abandonaron esta práctica”, expresó, y dijo que los rubros más favorecidos fueron los locales de «monoproductos» como venta de empanadas, pizzas y hamburguesas.
Desde el sector estimaron que las medidas impactaron en una pérdida de más de un 50 por ciento y pidieron auxilio al Estado. En concreto, elevaron un pedido al municipio para que exima a los locales gastronómicos del pago de ingresos brutos y les otorgue créditos a tasa cero con mayor período de gracia, planes de pago a 120 cuotas en las tarifas de luz y agua, y un aumento diferencial en el costo de la energía eléctrica. “Somos una entidad que tiene sentido de responsabilidad. No discutimos las restricciones pero entendemos que el Estado tiene que auxiliar al sector privado que la está pasando mal y no sabemos cuándo terminará esta crisis”, concluyó.