*Por Lucía Demarchi y Luciana Mangó
El barquito de papel de Avenida Francia y el río se transformó en ícono de la lucha en contra de las quemas de los humedales del Delta del Paraná. Con focos de incendio cada vez más extendidos en el territorio de las islas y con el impulso que dejaron las masivas movilizaciones en el Monumento a la Bandera y el puente Rosario-Victoria, este sábado miles de rosarinas y rosarinos se autoconvocaron en la escultura para reclamar que se ejecuten sanciones penales contra los responsables de las quemas y que se trate en el Congreso el proyecto de ley de Humedales consensuado por la comunidad científica y civil, que en 2020 obtuvo el aval de la comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados y que en diciembre de 2021 perdió estado parlamentario. En asamblea se convocó a participar de la Acción Plurinacional por los Humedales prevista para el próximo sábado 3 y domingo 4 de septiembre, que incluirá acciones en diferentes ciudades del país. En Rosario, la convocatoria es con corte y acampe en el puente Rosario-Victoria con múltiples actividades para las dos jornadas.
Ícono de lucha
A las 16 de este sábado empezaron a llegar los primeros asistentes a la movilización. De a poco, comenzaron a desplegar las banderas y a repiquetear tambores en la franja del parque. Sobre el río la vista se volvía opaca. El humo, estático sobre el agua. Un poco más allá, el fuego de las quemas formaba falsas nubes sobre el horizonte.
Desde Rebelión o Extinción fueron por el impacto directo: con una intervención con los ojos y las narices vendadas y sangrantes aprovecharon cada rojo del semáforo para mostrar a los automovilistas las consecuencias del humo de las quemas en nuestros cuerpos.
A las 17.20 se cortó la avenida Estanislao López. La movilización tomó el barquito de papel para hacer la asamblea donde se convocó a participar de la Acción Plurinacional por los Humedales prevista para el próximo sábado 3 y domingo 4 de septiembre. La iniciativa surgió de un grupo de Whatsapp que reúne a organizaciones de distintos lugares del país que luchan por el tratamiento y aprobación de la ley de Humedales.
“El ser humano tiene la capacidad de amar. Por qué se interpretan los actos de amor y de furia del barquito como violencia. Violencia es mentir. Es no decir la verdad sobre lo que está pasando. Violencia es matar el Humedal. Humedal es vida en constante movimiento, no es un servicio. El oxígeno que emanaba ahora es muerte en nuestras narices y pulmones en forma de humo. Muerte de los animales. Lo único que tenemos en este momento es un pequeño poder que nos otorga el amor y la empatía. Pedimos que se respete el derecho a todo ser vivo a existir”, dijo Laia, desde Rebelión o Extinción Rosario.
Más tarde, un grupo de militantes cubrió con telas negras la estructura del barquito de papel para simbolizar “el manto de humo que todo tapa y no deja ver”. “Tal vez tapando el barquito despertemos a esas miradas a las que les molesta ver una pintada más que un pibe morir en un barrio o que se destruyan los Humedales. Quienes estamos acá tomamos conciencia de que esto no va más. Tenemos que dejar de mirar para otro lado como quienes buscan cubrir los grandes y nefastos intereses que sólo generan violencia, muerte y destrucción”, expresó uno de los manifestantes.
Movilizados
Las movilizaciones populares en defensa de los Humedales del Delta se sostienen desde que el humo de las quemas volvió a tapar a Rosario con un manto de toxicidad que nos enferma día a día. “Plomo y humo. El negocio de matar” fue el mensaje que quedó graffiteado el 8 de agosto pasado en la escultura del barquito de papel de Puerto Norte. La inscripción duró apenas unas horas hasta que las autoridades municipales ordenaran taparlo, tildaran de “fascinerosos” a sus autores y presentaran una denuncia en la Justicia contra los responsables de las pintadas.
Fue, quizás, esa acción del Estado contra el pueblo manifestándose en las calles porque los Humedales no paran de arder desde hace dos años lo que hizo que el barquito y el graffitti se convirtieran en ícono de la lucha por una ley que proteja a los Humedales. Y no cualquier ley, sino la que en 2021 perdió estado parlamentario luego de quedar cajoneada en comisión. Ese proyecto cuenta con el consenso de la comunidad científica y civil. Había sido presentado en 2020 y contaba con el aval de la comisión de Recursos Naturales.
El miércoles 10 de agosto, miles de personas se manifestaron en el Monumento a la Bandera –símbolo de la lucha popular en Rosario- para exigir que el Estado accione en contra de quienes incendian intencionalmente el Delta para desplegar la ganadería en ese territorio (desplazada del continente por la agroindustria) y los negocios inmobiliarios. Mientras la movilización ocurría, una columna de humo se levantaba en el horizonte y, a medida que fue cayendo la noche, las llamas anaranjadas se dejaron ver desde esta orilla.
En ese contexto, una asamblea autoconvocada resolvió continuar con las acciones el pasado sábado 13 de agosto y cortar el Puente Rosario-Victoria, ícono de la lucha contra las quemas en el Delta, ya que conecta con la provincia de Entre Ríos donde, en definitiva, ocurren los incendios. El plan de lucha incluyó el corte del paso vehicular por cerca de cinco horas. En una nueva asamblea se resolvió convocar a manifestarse este sábado en el barquito de papel, de cara a la Acción Plurinacional por los Humedales prevista para los próximos 3 y 4 de septiembre.
Esta semana, más de 140 organizaciones socioambientales presentaron una nota formal ante la presidenta de la Cámara de Diputados de la Nación y los presidentes de las Comisiones de Recursos Naturales, Agricultura y Ganadería y Presupuesto, demandando que se realice un Plenario de Comisiones y el urgente tratamiento de la ley de Humedales.
En tanto, este viernes por la noche el Gobierno nacional ordenó la intervención de las Fuerzas Armadas para combatir las llamas en las islas con despliegue de fuerzas federales en Santa Fe, Entre Ríos y Norte de Buenos Aires. Desde Abogadxs Ambientalistxs calificaron a la medida como “demagógica” y a través de una cuenta de Twitter expresaron que la decisión “ratifica la complicidad pasiva del Estado ante los incendios y abre una puerta peligrosa para la democracia ambiental”. “Las Fuerzas Armadas vuelven a la escena como solución mágica luego de tres años de fuego ininterrumpido”, agregaron.
Comentarios