En medio de una disputa barrial, un chapero de 34 años fue baleado anteayer. Según explicaron allegados al caso, el hombre descubrió que dos pibes que viven a pocas cuadras de su casa le estaban robando el auto e intentó detenerlos. Junto a sus cuñados fue a buscar a uno de ellos hasta su vivienda y se trenzaron a golpes con los supuestos ladrones y su familia. Mientras se tiraban piñas y patadas, un vecino de la cuadra salió de un pasillo con un arma y le disparó. La víctima fue operada anteanoche donde y, de acuerdo a lo que contaron sus familiares, se recupera en forma favorable.
Fabián Ariel B. vive y tiene un taller de pintura a mitad de cuadra de Palau al 2600. El martes a la tarde tenía estacionados 5 o 6 autos a los que les estaba realizando reparaciones; entre los que se resaltaba un Mercedes Benz —“modelo noventa y pico”, según un vecino— de su propiedad. De acuerdo a lo que explicó un familiar de Fabián, un rato después de las 17 de anteayer salió de su casa y vio cómo dos muchachos intentaban forzarle la cerradura. Él les pegó un grito, los jóvenes se dieron vuelta, lo vieron y salieron corriendo. El chapero conocía a los dos ladrones, por lo que le pidió a dos de sus cuñados que lo acompañaran y los fueron a buscar. En la puerta de la casa de los sospechosos, comenzaron los golpes de puño. “Salió el padre, el tío, los vecinos. Fue un desastre; pero todo mano a mano”, explicó un testigo. Pero uno de los jóvenes baleó al chapero. El herido fue trasladado al Heca, donde fue operado ni bien ingresó. “La bala le tocó el intestino delgado y lo quemó todo adentro. Pero no le rompió ningún órgano, así que tuvo suerte”, aseguraron familiares del hombre.