El complejo de torres conocido como Latinoamérica, “el Fonavi más tranquilo de Rosario”, según contaron vecinos a El Ciudadano a comienzos de 2018, fue escenario en las últimas semanas de conflictos armados que quebraron la frágil paz que impera en el barrio, todavía sacudido por dos homicidios ocurridos en abril. Reiteradas denuncias y coberturas mediáticas antecedieron a la orden de allanamiento solicitada por el Ministerio Público de la Acusación, que culminó, este martes, con la detención de un joven de 26 años apuntado por el delito de abuso de arma. En los procedimientos secuestraron balas y celulares.
Personal de Policía de Investigaciones (PDI) allanó, a solicitud de la Unidad Fiscal de Flagrancia, dos tercer pisos de torres ubicadas en Rodríguez al 2900, y otro departamento de Brandazza al 2800, en el marco de la investigación de los hechos “de público conocimiento” que desvelan a barrio Latinoamérica: en los últimos 15 días vecinos registraron cuatro balaceras sobre el frente de viviendas, todas en horario nocturno, cuyas marcas quedaron estampadas en la pintura color beige. En uno de esos domicilios fue detenido Rodrigo Z., de 26 años, sospechado del delito de abuso de arma de fuego. En el lugar también se secuestró un teléfono celular y cartuchos calibre .22, elementos que fueron enviados a peritar. “Según datos recabados por los pesquisas sería uno de los autores de los disparos que se produjeron en la zona los días 5 y 13 de septiembre”, indicaron desde el Ministerio de Seguridad. En tanto, no se precisó si las balas se corresponden con disputas por el control del territorio por el negocio del narcomenudeo o a conflictos interpersonales.
Sin embargo, y pese al procedimiento, vecinos denunciaron en un móvil de Canal 3 que por la noche se produjo un nuevo tiroteo. Y se quejaron de que el destacamento policial continúa cerrado y abandonado. En rigor, esa dependencia no tiene actividad desde hace una década. “Esto se está haciendo costumbre”, lamentó el padre de la mujer cuya casa fue baleada, en torno de la cual quedaron los diez casquillos en el suelo, y agujeros en la pared.
“Este es el Fonavi más tranquilo de Rosario”, se escuchó en boca de más de un vecino en abril, pese a que horas antes habían matado en su casa a Jorge Benino, un jubilado de 89 años, con aparente intención de robo. Y es que la zona luce pintoresca, prolija y con manos de pintura recientes. Los vecinos aseguran que son frecuentes las reuniones de consorcio y están organizados. “Si comparamos con el Fonavi de barrio Grandoli o el de Rouillón y Biedma, acá es más tranquilo. Pero la cosa viene pudriéndose. Capaz que salieron de la cárcel algunos malandras, y en la esquina se juntan algunas ratas. Por eso mis hijas ya no bajan solas a jugar”, resumió un vecino, como presagiando, unos meses antes, los conflictos armados venideros que pusieron bajo la lupa a Latinoamérica.