Este miércoles por la noche una niña de 14 años salía de una iglesia del barrio Tablada, donde concurre asiduamente, y camino a su casa, cinco cuadras de distancia, un hombre llamó su atención, logró engañarla, la secuestró y abuso sexualmente de ella. Esto sucedió en el interior de una vivienda, ubicada en inmediaciones de Biedma y Alem. La víctima logró sacarle el celular al agresor y llamar al 911. Lo detuvieron y será imputado este sábado.
Rosa, una vecina y amiga de la mamá de la niña, habló este viernes en Radio 2 y relató que la mamá al ver que su hija no volvía su casa se alertó y con la ayuda de otros habitantes del barrio comenzaron a buscarla. También intentaron hacer la denuncia en tres seccionales diferentes, no sólo no tuvieron éxito sino que quedó en evidencia que no cuentan con ningún protocolo que aplique la perspectiva de género ni siquiera en la comisaría de la mujer, que prácticamente las echaron.
Fue la misma víctima de 14 años quien, tras ser secuestrada y abusada, logró llamar a 911. No habló, dejó el teléfono comunicado por lo que se escuchó cómo el agresor gritaba y la violentaba. Así los policías lograron localizar la ubicación del celular, liberarla y detener al agresor que fue identificado como Diego C., de 39 años.
Rosa contó que se la nena se encuentra internada con todos los tratamientos y protocolos necesarios en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela. “Vanesa, la madre, está destruida, vive por sus hijas; este viernes le iban a festejar el cumple a la hermana, estaban pintando la casa. Estaban contentos y esperando el festejo”, contó.
Enojo y furia de vecinos
Este jueves por la tarde un grupo de vecinos se reunió frente a la casa donde vive el agresor, que es a metros de donde tenía retenida a la menor, y comenzó a prender fuego cerca de la fachada del inmueble.
Audiencia imputativa
Este sábado será la audiencia imputativa a este hombre de 39 años acusado de secuestrar y violar a la chica de 14 años. Además. algunos habitantes del barrio relataron que los mismos familiares del agresor confesaron que también había abusado sexualmente de una sobrina.
Sin respuesta ni perspectiva de género
Rosa habló sobre la impotencia y la odisea que tuvieron que pasar para que la Policía hiciera algo para encontrar a la nena, de quien contaron que como nunca se ausentaba, sus familiares sabían que algo había pasado y que corría riesgo su vida. Fueron a tres seccionales, lo más grave es que una de ellas es la comisaría de la mujer donde no se molestaron en aplicar ningún protocolo de búsqueda ni de brindar contención con perspectiva de género, fue lo contrario.
«Nosotras fuimos a la comisaría de la mujer, nos preguntaron que necesitábamos y nadie salía a tomarnos la denuncia. Le decíamos que era urgente. Después dijeron que la jurisdicción no correspondía pero tampoco sabían donde necesitaba que ir», destacó la vecina y contó que de ahí fueron a la 15ª. «Nos atendió un oficial masculino y otro femenino. Nos dicen que teníamos que ir a la 16ª porque ahí la denuncia iba a tardar mucho. Nosotros le pedíamos por favor que nos tomen la denuncia porque ya hacía dos horas que buscábamos a la nena».
Los minutos pasaban y la desesperación se acrecentaba, Rosa y Vanesa, madre de la víctima, seguían dando vueltas para pedir ayuda y llegaron a la 16 donde tuvieron otro trato. «Había una sola oficial que nos atendió muy bien, le dio agua a Vanesa que estaba muy mal, pero ella no estaba capacitada para tomarnos la denuncia así que tuvo que llamar a la comisaría 15ª para que mandaran a un móvil con alguien más».
Al final, fue la propia víctima quien se liberó porque llamó al 911 y el personal de Comando Radioeléctrico pudo rastrear el celular hasta donde estaba secuestrada.