Con una estupenda actuación de Manuel Morello El Tala superó anoche a Echesortu por 87-74 en Sportivo América y se clasificó para la final del Top 4 de la Rosarina en la que mañana a las 20 enfrentará a Sportsmen Unidos que superó a Alumni de Casilda.
En el cotejo de El Tala, Morello anotó 27 y tomó 10 rebotes, mientras que Matías Quiroga hizo 20. En el perdedor 25 de Lucas de los Santos y 20 Felipe Ederra. Echesortu no contó con Soriano, Muñoz ni Pereira. Los árbitros del juego fueron Alberto García y Francisco Grieco.
El inicio favoreció a Echesortu que sacó provecho de la combinación de sus bases y con la conducción Ederra y los triples de Sbarra sacó una rápida ventaja de 10-2 ante un adversario que comenzó sorprendido.
Sin embargo desde la defensa, El Tala comenzó a levantar el partido. Hubo ajustes de velocidad en el cambio de marca y velocidad para el atrape, lo que le permitió recuperar balones y disponer de contragolpes. Sumado a eso, Quiroga, Chiana y Morello ganaron rompiendo en la zona pintada para meter un parcial de 18-3 y tomar el control del marcador. Cuando parecía que el puntero rosarino lo empezaba a controlar con tranquilidad, Ederra y De Los Santos sacaron la cara para que Eche pueda descontar e irse al descanso largo abajo sólo 41-37.
En la segunda mitad, nuevamente con Ederra y De los Santos, Echesortu intentó una reacción y el juego se hizo muy interesante con las variantes que desplegaron dos entrenadores estudiosos y preparados como Cano y Lalima. De todas maneras la jerarquía de Morello fue la llave para decretar pasaje a la final.
Más tarde, Sportsmen y Alumni protagonizaron la misma película que en la final de la temporada pasada, con un Verde abrumador y contundente desde el salto inicial hasta el silbatazo piadoso de los jueces para decir basta varios segundos antes de que el reloj termine con la agonía.
El 112 a 84 final remitió automáticamente a las escenas del 3 a 0, algo que pareció increíble por el potencial enorme que tiene el Alazán, pero que una vez más fue superado ampliamente y se quedó tildado en la queja contra el arbitraje.
Apenas comenzado el juego ya Cravero marcaba el ritmo, ya Sportsmen defendía a pura intensidad y ya Alumni, tozudo, se sumaba a un juego vertiginoso en el que hace rato quedó claro que iba a perder. Y perdió.
El 15 a 4 fue el primer paso para un cuarto que culminaría 35 a 22 con una andanada de triples (6 de 9) con goleo repartido y en un clima incandescente, con Le Bihan desgañitado dando indicaciones y moviendo el banco para no regalar nada (entraron los 12 jugadores y anotaron 10). El Alazán vio que el partido se iba, pero no tuvo reacción basquetbolística y sólo fue cayendo en el enojo, la impotencia y la bronca. No son buenos consejeros.
De allí en más sólo quedaba esperar las cifras finales, porque Sportsmen mantuvo la intensidad y las ganas y Alumni se apoyó en Mir para descontar, mostrando orgullo deportivo, pero con el dolor de no encontrar la vuelta contra un equipo que probablemente sea uno de los rivales en pos del título rosarino en el futuro cercano. Deberá replantear mucho cómo jugarle, porque parece que todavía no aprendió la lección.