La temporada de Nicolás Domínguez en Sarmiento de Formosa sirvió como carta de presentación en el básquet grande de Argentina. El pibe de Saladillo, el eslabón más joven de una familia basquetbolera (su hermano Hugo jugó ya ahora es DT y Gabriel sigue una prolífica carrera) ya había mostrado cuotas de su talento en la Liga B con Central, en la isla de La Palma, en España, con Aridane y en Sarmiento de Resistencia en el Federal, pero firmó en la 2012-2013 un impresionante torneo con 17,3 de media de puntos, 60 por ciento de porcentaje de dobles, 30 de triples, 2,7 rebotes y 2,1 asistencias.
“Fue una gran temporada, tuve muchos minutos de juego y la confianza del entrenador. El club cuenta con el apoyo del gobierno y la estructura que maneja a La Unión en la Liga A, por lo que salvo algunas pequeñas cosas que pasan en todos lados, estuve muy cómodo”, explicó Nico, quien sabe que la apuesta en la campaña que viene es llegar a playoffs: “En la temporada pasada parecía que varias fechas antes estábamos clasificados y después en el desempate quedamos afuera. Por eso el equipo se reforzó bien (ya llegaron Leandro Podestá, Emanuel Arévalo, Patricio Aranda, Iván Ayala, Hernán Faletto) y la idea es estar sí o sí en los playoffs. Hay mucha ilusión y deseo de llegar lo más arriba posible”.
Nicolás tenía desde hace unos meses la chance de acordar la renovación, pero esperó un tiempo para dar el okey porque estudió algunas propuestas del TNA: “Más allá de que estoy muy cómodo en Sarmiento y de que la oferta que me hicieron me conformó, me parecía que era una buena oportunidad la de probar suerte en una categoría superior, pero como ya no soy más Sub 23 no se pudo cerrar. De todas maneras estoy muy feliz con el regreso a Formosa”.
Domínguez es uno de los tantos jugadores locales que deben emprender la dura vida de nómade para jugar al básquet ante la imposibilidad de mostrarse a nivel rosarino en una categoría de Liga, ya que en este momento sólo Sportsmen juega Federal. “Yo estuve en Central en la Liga B, pero seguramente en Newell’s pasa lo mismo y cuando vivís esas experiencias entendés que Rosario es todo fútbol y que en esos clubes el básquet es algo secundario que hoy está y mañana no”, analizó el talentoso perimetral rosarino, quien tuvo la chance de jugar en el receso, pero prefirió descansar algunos meses para llegar bien al comienzo de temporada: “En agosto ya nos tenemos que presentar a jugar, así que las fechas entre pase y pase iban a estar muy justas. Con mi representante decidimos que lo mejor era esperar y entrenar”.
Nico encara una nueva temporada. Si es parecida a la última, su sueño de Torneo Nacional de Ascenso seguramente será una realidad.
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