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Bassi, Macaco y Milton vuelven al penal de Coronda

Estaban en Piñero desde el miércoles pasado; las defensas presentaron un hábeas corpus, el cual fue aceptado por la jueza.

La Justicia ordenó que Marcelo y Luis “Pollo” Bassi, y Milton Damario regresen al pabellón de la cárcel de Coronda luego de que fueran trasladados el miércoles pasado a una celda de aislamiento (conocida como buzón) en la Unidad 11 de Piñero. Por su parte, Facundo “Macaco” Muñoz también regresará a la Unidad 1 tras presentar un escrito debido a que tiene una colostomía –ano contra natura– luego de que recibiera un disparo cuando la Unidad de Traslado donde iba junto al Pollo y Milton fuera acribillada a finales de marzo la autopista Rosario-Santa Fe. Las combis tenían como destino Coronda tras presenciar una de las jornadas del juicio oral que los tenía como acusados por el crimen de Claudio “Pájaro” Cantero. Este hecho hizo que se demorara una semana la lectura de la sentencia donde el tribunal por unanimidad absolvió a Bassi, Muñoz y Damario y le dictó una pena de 3 años y 3 meses al cuarto acusado, Osvaldo “Popito” Zalazar, por el delito de portación de arma guerra.

La resolución de la magistrada a cargo del Juzgado de Sentencia 8, Marisol Usandizaga, dio curso al hábeas corpus de los hermanos Bassi, quienes el miércoles fueron trasladados junto a Milton Damario desde la Unidad 1 de Coronda a un buzón de resguardo en el penal de Piñero. La jueza analizó los informes de la Dirección General del Servicio Penitenciario, los cuales no fueron dados a conocer, y las argumentaciones de los defensores para hacer hincapié en que no se visualizaba motivo alguno para alterar el lugar de alojamiento.

“Debe tenerse en cuenta que se encuentran alojados en este momento en lo que se llama buzón de resguardo y que en realidad se prevé como lugar de castigo ante faltas disciplinarias o sólo a pedido del detenido. Ninguno de los supuestos son avizorados en este caso, lo que configura un claro ejemplo de agravamiento de las condiciones en las que se encontraban alojados en Coronda”, explicó Usandizaga, quien agregó que “por cuestiones de seguridad se acondicionó en Coronda un área especial para alojar a estos detenidos que evidentemente requerían medidas de extrema seguridad que de ningún modo se aprecian garantizadas en el complejo del penal de Piñero”.

En este punto, Usandizaga tuvo en cuenta que el Servicio Penitenciario consideró que era Coronda el que contaba con las medidas necesarias para alojar a estos detenidos de alto riesgo. En el fallo se enumera que en ese pabellón se agregaron medidas como fueron las cámaras de videovigilancia, inhibidores, muro de contención en su exterior.

Con respecto a ese tema, Fernando Sirio, defensor de los hermanos Bassi, explicó que el traslado de sus clientes se realizó el miércoles pasado y se sorprendió por la decisión del Servicio Penitenciario, debido a que la seguridad se había discutido con anterioridad. “Volvemos sobre nuestros pasos. El lugar de alojamiento lo tratamos en audiencias anteriores y ahora mis defendidos está alojados en un buzón. Rodeados de dos pabellones y expuestos a sufrir cualquier ataque. Además, la medida del traslado no fue notificada al juez de Sentencia 5, Edgardo Fertitta”, puntualizó el abogado.

“No hubo una explicación puntual por el traslado. Sólo se expuso que se debía a una distribución interna”, agregó Sirio para remarcar que el segundo punto sobre la seguridad también tiene que ver con las visitas de familiares, y que las condiciones edilicias de Piñero también agravaban las enfermedades crónicas que tienen sus defendidos. La magistrada de Sentencia 8 mencionó en la resolución: “En Coronda contaban con días y medidas especiales de seguridad para sus visitas en pos de resguardar la integridad física de su entorno”. En relación con Damario, Usandizaga también tuvo en cuenta que su familia se mudó a la cabecera del departamento San Jerónimo. En tanto, Macaco presentó un escrito donde solicitaba el regreso a Coronda y le fue concedido.

En las argumentaciones, la fiscalía rechazó el hábeas corpus porque consideró que no implica un agravamiento ilegítimo de las condiciones de detención y remarcó que “debe tenerse en cuenta que tales medidas son de resorte exclusivo del Servicio Penitenciario”.

Una granada y una balacera

La balacera a la camioneta que trasladaba a Bassi, Damario y Muñoz –cuyos padres fueron asesinados– hasta Coronda no fue el único atentado que sufrieron los acusados por el asesinato del sindicado líder de la banda de Los Monos. El 20 de octubre de 2015, la guardia que estaba en el pabellón 5 advirtió que un desconocido había arrojado una granada en el patio de los sospechosos por el crimen del Pájaro. Ese día, la pesquisa tuvo la misma duda sobre la intencionalidad del hecho que el día de la balacera a las trafic de traslado: si fue para liberarlos, debido a que estaba cerca del paredón que da a la calle o si era para matarlos.

El ataque a las Unidades de Traslado del Servicio Penitenciario fue el 21 de marzo pasado, luego de finalizada la última audiencia del juicio oral por el crimen de Cantero.

Hace un mes atrás, tres de los cuatros acusados estaban a bordo de una unidad de Traslado con destino a la cárcel de Coronda. Cuando la camioneta donde iban los reclusos y la que estaba de apoyo con personal penitenciario llegó al kilómetro 5 de la autopista Rosario-Santa Fe, a la altura de Capitán Bermúdez, fue emboscada por los ocupantes de un VW Bora y una 4×4. La balacera dejó cuatro heridos: dos uniformados del Servicio Penitenciario, un pasajero de un colectivo interurbano con un roce en el hombro y a Macaco, que se llevó la peor parte, porque la bala ingresó por el glúteo y quedó alojada en el estómago.