La campaña “Basta de Tas!” llegó a Rosario para, probablemente, no irse más. A lo largo de este fin de semana el rosarino Leonardo Anselmi, coordinador del proyecto que busca erradicar la tracción a sangre, estará en la ciudad para reunirse con funcionarios, concejales e integrantes de la sociedad civil a modo de concientizar e informar sobre su propuesta. “Basta de Tas!” es una campaña declarada de interés nacional que busca la erradicación de la tracción a sangre, considerando en el mismo grado de importancia tanto a las personas como a los animales involucrados, abarcando cuestiones humanas, viales, éticas, sociales e incluso tecnológicas. En Rosario, el proyecto fue aprobado en 2010 por el Concejo Municipal y contempla eliminar los carros tirados a caballo en un plazo de cuatro años. En 2011, el proceso comenzó con la colocación de chips a los animales a modo de relevar y controlar.
El 30 de mayo de 2011 la Asociación Animalista “Libera” y la fundación Franz Weber, de Suiza, lanzaron la campaña “Basta de Tas!” en el Abasto Hotel de Buenos Aires, con la presencia de Leonardo Anselmi, coordinador general de “Libera Internacional”, y de Vera Weber, directora de la Fundación Franz Weber, y con el apoyo de varias celebridades locales.
En este marco, Rosario forma parte de una gira nacional que involucrará 25 ciudades, y cuyo objetivo es “socializar un programa de sustitución de vehículos de tracción animal”, tal como señaló Anselmi en diálogo con El Ciudadano. Para ello, el activista ya se ha reunido con funcionarios locales de la Dirección de Control Urbano y del área de Promoción Social y con la concejala radical María Eugenia Schmuck, y dará una charla abierta en la sala de lecturas de la Biblioteca Argentina (Presidente Roca 731) hoy a las 16, donde, además, será declarado Ciudadano Distinguido.
“Ésta es una propuesta, no una protesta. Diferente a lo que se conocía habitualmente del movimiento proteccionista, que solía basar todo en exigir cambios, siempre por la negativa. Nosotros tratamos de mostrar cómo se podría hacer. Venimos con algunos ejemplos de casos significativos, como en Medellín, Colombia, donde ya no hay vehículos de tracción animal sino motocarros; no hay carreros, hay recuperadores urbanos, quienes ya no son trabajadores informales. Además, todos los caballos han sido adoptados y hay contratos firmados para que esos caballos no puedan volver a ser explotados”, contó Anselmi.
En este sentido, según explicó Anselmi el proyecto no sólo pone como objetivo el respeto hacia los equinos, sino que esgrime una serie propuestas ecológicas de reciclaje, estrategias económicas, laborales, humanas y de protección de la niñez.
Distintas entidades destacaron como interesante que un proyecto de esta índole haya llegado tan lejos, que se haya aplicado en otros países y que sea viable, recibido y escuchado por diferentes sectores. Lo llamativo, explicaron, es que parte de una organización animalista (Libera!) y como la mayoría de las organizaciones sociales, suelen ser subestimadas y no tenidas en cuenta
“Solos no podemos hacer nada, más que dinamizar algunas cosas. El movimiento animalista es muy enérgico y trabajador, pero no grande, como los carreros. Por ende siempre fue necesario que nos encontremos, que también se involucre el sector político y sobre todo, la sociedad civil. Tenemos un buen ejemplo: a la charla que hicimos en Río Cuarto fueron 200 personas. Todas se fueron luego de anotarse para colaborar con la campaña de alguna manera”, destacó Anselmi. Más de una vez, el activista dejaría en claro a este diario que este tipo de trabajo lleva tiempo y, ante todo, “se hace con paciencia”.
El gran problema al que se enfrenta este tipo de proyectos es que el uso de caballos en los carros de recolección está socialmente aceptado, aunque no así actividades que involucran el maltrato al animal.
“Creo que la diferencia está en que la pobreza es tan pobre que ni siquiera puede ocultar la crueldad”, reflexionó el fundador de Libera! Sin embargo, él mismo cree que por primera vez este tipo de campaña es viable y posible de ver en marcha en la ciudad y el país. “No es fácil pero sí posible. Hay un proceso a partir del cual se tienen que articular ciertas cosas, siempre a partir del consenso: carreros, sociedad civil, medios, animalistas; buscar puntos en común y el acuerdo. Hay de todo por hacer, buscar alternativas al trabajo con la basura, a los caballos, al maltrato”.
En ese sentido, un punto interesante del proyecto que se proponen es ver qué pasará con los animales una vez erradicados los carros: “En primera instancia, tenemos que tratar de darlos en adopción. Que los tengan personas con campos, que los puedan tener y cuidar. En Rosario ya se ha destinado un predio para hacer un pie logístico de esos caballos, y ahí se los llevará para ponerlos en condiciones y luego adentrarlos en el circuito de adopciones”, explica Anselmi. Y agrega que el proyecto es más vasto también en ese sentido: “Proponemos una estrategia educativa: que queden algunos animales en ese lugar y pueda ser visitado por chicos; que vayan las escuelas y se les explique por qué los caballos están ahí: porque no hemos tratado bien nuestra basura, por la informalidad laboral y por la falta de respeto a los animales”.
En ese marco, se realiza el operativo de colocación de chips en caballos llevado adelante el año pasado, así como el relevamiento de las familias que los trabajan. Ambas intervenciones están directamente relacionadas a la propuesta de este proyecto, aprobado por el Concejo Municipal en 2010 e impulsado por el radical Jorge Boasso.
En Rosario, el proyecto contra la tracción a sangre es impulsado por la Asociación Animalista Internacional Libera!, que tiene sede en España y delegaciones en Argentina (Buenos Aires y Rosario) y Ecuador. El objetivo de dicha organización es informar a toda la sociedad de “la explotación a la que son sometidos los animales para que de ese modo, se produzca una toma de conciencia colectiva respecto de esta injusta y repetitiva situación”.
Particularmente en Rosario, Libera! se presentó en sociedad con una campaña de difusión acerca de la vida ética en relación a los animales, pero ahora también comenzó a involucrarse en el asesoramiento y seguimiento legislativo de este tipo de ordenanzas.
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