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Basura “especial” con paro

Los empleados de Clean City, la mayor recolectora de residuos para grandes generadores, mantienen paralizada la firma por tiempo indeterminado por “pésimas condiciones laborales” y maltrato patronal.

Desde ayer trabajadores de la empresa Clean City suspendieron por tiempo indeterminado las tareas de recolección de residuos de los llamados generadores especiales (empresas, sanatorios, cadenas comerciales) en Rosario, y la domiciliaria en la vecina localidad de Granadero Baigorria. El conflicto no es por retrasos salariales, sino por “las pésimas condiciones laborales” a las que la firma somete a los empleados, según afirmó uno de los empleados, Fernando Machuca. Son más de 40 los trabajadores que, por turnos, mantienen bloqueado el ingreso a la planta ubicada en Garay 1357. “Nos negrean, nos basurean, nos discriminan y no podemos hacer valer ninguno de nuestros derechos”, explicó el empleado, quien además expresó las quejas hacia la representación gremial por no pelear por los derechos de sus afiliados.

La medida de fuerza no afecta en Rosario, al menos directamente, la recolección domiciliaria de residuos, porque se trata de una de las empresas –la más grande, con unos mil clientes– habilitada para asistir a los grandes generadores de basura. Entre sus usuarios se encuentran, por ejemplo, el complejo City Center, el correo privado Oca, los hoteles Holyday Inn y Ross Tower, la tienda Falabella, casas de comidas y varios sanatorios (residuos no patológicos). Todos ellos, mientras dure el conflicto, tendrán que contratar el servicio transitoriamente con otras compañías, una coyuntura nada simple por las dificultades logísticas que implica.

“Ya no aguantamos más que nos traten como animales, y por eso hasta que no cambien las condiciones de trabajo y se comprometan a respetarnos nuestros derechos no vamos a levantar la medida de fuerza”, advirtió Machuca. El trabajador confirmó que varios de sus compañeros habían recibido anoche telegramas de intimación para que el lunes concurran a una audiencia en la sede del Ministerio de Trabajo provincial. Otros, en cambio, recibieron un texto instándolos a abandonar actitudes “violentas”.

Machuca insiste en que los operarios en conflicto sólo aceptan como interlocutor al máximo representante de la patronal, Carlos Robledo. Los trabajadores aclararon que si se da la instancia de diálogo que hasta anoche seguía ausente, estaban dispuestos a suspender la medida de fuerza.

Clean City Rosario opera desde hace diez años en el rubro de la recolección privada de residuos orgánicos de los grandes generadores, que por las ordenanzas municipales no pueden utilizar los servicios normales concesionados por el Ejecutivo local que atienden sólo a usuarios domiciliarios. “Son casi mil establecimientos, sólo por el casino City Center pasamos tres veces al día para levantar tres enormes contenedores, es un gran trastorno que se va a ocasionar si sigue el conflicto”, pinta el panorama Machuca.

No es por salarios

El empleado aclara que el descontento no es por razones estrictamente salariales, porque tienen sus pagos al día y sólo hay puntos por aclarar en algunos ítems de los recibos de sueldo. Las quejas apuntan a las condiciones de higiene laboral –sobre todo para los trabajadores de calle y de mantenimiento– y el maltrato patronal. De hecho, la decisión de paralizar las actividades por tiempo indeterminado se tomó luego de que un personal jerárquico “tratara de choros y delincuentes” a los empleados. “Están desapareciendo cosas dentro del predio laboral, nos acusan de quedarnos con gasoil, del robo de una hidrolavadora, de teléfonos o cubiertas, y no tienen pruebas”, ejemplificó Machuca.

Encuadramiento gremial en la mira

Desde hace un tiempo, al descontento con la patronal se le suma –como derivación– el recelo hacia la representación gremial. “Pedimos que el Sindicato de Camioneros de calle Pasco y Sarmiento intervenga y sólo se llenan los bolsillos”, acusa Machuca sobre sospechas de “arreglos” sindicales con la patronal.

Por eso, la mayoría de los empleados ahora quiere ser representado por el Sindicato de Recolección y Barrido que lidera Marcelo Andrada. Un reclamo que también se funda en cuestiones de encuadramiento sindical: “Esa es nuestra rama, no camioneros. Así no podemos elegir delegado gremial, somos tratados como esclavos, y no se puede seguir”, explicó el trabajador que oficia como vocero de sus compañeros en lucha.

Con todo, en Rosario el conflicto perjudica en principio a los clientes de Clean City, aunque de prolongarse podría terminar recargando el sistema de recolección domiciliaria. Más difícil es la situación en Granadero Baigorria, donde la empresa firmó a fines del año pasado un contrato con la Municipalidad que encabeza Alejandro Ramos para recoger y depositar la basura de las viviendas particulares.

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