La concesionaria, LimpAr comenzó ayer a ocuparse del servicio de recolección y barrido en la zona de avenida Pellegrini hacia el norte. Desde ayer a las 6, estos camiones de rótulo anaranjado reemplazaron a los de la empresa Cliba, pero gran parte de esta recolección no se pudo concretar ya que “la mayoría de los camiones (entre 20 y 22) son alquilados y se rompieron cinco. Por eso fue complicado poder cumplir en tiempo y forma, pero para el viernes la situación va a normalizarse”. Las explicaciones las dio Marcelo Andrada, secretario general del Sindicato de Trabajadores, Obreros y Empleados de Servicios de Recolección y Barrido Manual de Calles y Afines. Por otra parte, y ante la falta de barrido en algunas zonas en la jornada de ayer, prometieron normalizar el servicio para la primera hora de hoy; ninguno de los funcionarios de Servicios Públicos de la Municipalidad anoche pudo ser consultado por este diario.
Lunes y con basura
La zona norte de Rosario tuvo sus contenedores de basura a pleno todo el fin de semana. “Al final, hoy salí a la puerta y me encuentro con el volquete al tope, evidentemente, acá no pasó nadie por la basura”, mencionó Alicia, una de las vecinas de Alberdi al 100.
Clarisa, de Martín Fierro al 900, dijo esperar con ansias la ola polar, “así cierro todas las ventanas y no respiro el olor a basura que me dejaron desde el viernes, porque este fin de semana, que hubo sol y un poco de calor, fue un asco”.
El caso es similar al de Mario, de Juan José Paso al 1300, que salió de su casa para preguntar “¿Ustedes son de la Municipalidad?”. Ante la negativa, igual expresó sus quejas: “Ni hasta los días de paro tuvimos tanta basura al lado del contenedor (al estar el recipiente a punto de explotar). Encima la gente tampoco colabora y hasta puso bolsas con comida, que los perros andan rompiendo para comer y el resto queda tirado”.
La imagen se repetía hasta avenida Alberdi al 600 y en las calles o pasajes que la cruzan, así como a lo largo de la avenida Casiano Casas y sus calles aledañas.
“Complicados”
Andrada explicó a El Ciudadano que “la situación se complicó más de lo que esperábamos”, dado que de los 35 camiones cero kilómetro que la concesionaria tenía que poner a trabajar según el pliego de condiciones, “once son de los que utilizaba Cliba, con el ploteado de la nueva empresa y entre 20 y 22 son camiones alquilados que venían medio viejos y se rompieron cuatro o cinco, así que la recolección no se pudo hacer en su totalidad”.
El dirigente también comentó que parte de los camiones alquilados son de Córdoba y otros de Rosario, “que pertenecían a una empresa de recolección que cerró hace años”. A su vez, dijo que la situación recién se normalizaría el viernes. “Puede que antes se pueda cumplir con todos los sectores, pero estamos muy complicados”.
LimpAr debía comenzar con sus servicios el 1º de mayo, pero al no llegar en tiempo y forma con esa fecha, la última prórroga era ayer, lunes 27. “Evidentemente se salió a la calle como se pudo. Ya nos reunimos con los empresarios para poner el viernes como tope, y poder cumplir”, agregó.
LimpAr fusiona capitales argentinos y brasileños y absorbió los 540 trabajadores de Cliba. Éstos conservarán sus 8 mil pesos mensuales de remuneración y la antigüedad. “Todos los trabajadores serán absorbidos por la nueva empresa y se les pagará la indemnización correspondiente al retirarse la anterior empresa”, reconfirmó Andrada.
Arboles, hojas y poda
En su recorrida, El Ciudadano recogió otros reclamos. Mingo, uno de los comerciantes de la zona, dijo enojado: “Hace tiempo que la zona norte está olvidada, acá no sólo seguimos con la basura del viernes, sino que también estamos tapados de hojas y con las calles rotas por los árboles que deberían extraer”.
Mingo dijo que lleva “tres reclamos a Parques y Paseos para que quiten o poden el árbol que está en Valentín Gómez 1487. Me dijeron hace un año que debía esperar a la época de poda. ¿En tres años no se poda? Hace por lo menos diez años que no veo un sólo operario podando un árbol”, enunció aunque quizás este año tenga suerte con el plan de poda de 35.000 arboles.
A su vez, Clara dejó su queja: “Estamos en una época donde se caen todas las hojas y al tener árboles tan altos y viejos quedamos con las veredas y calles cubiertas. Hace días que no pasan a barrer y tenemos que salir los vecinos a limpiar un poco la zona porque si llega a llover mucho nos vamos a inundar. Ahora tampoco nos quitan la basura, y después dicen que esta zona es privilegiada”.
