A sus 84 años, el historiador Osvaldo Bayer sigue su activa militancia por todo el país. La semana pasada estuvo en la provincia con una agenda recargada: el miércoles a la mañana participó del acto de renovación de autoridades de ATE y por la tarde visitó Humboldt; al día siguiente dio una charla en la escuela bilingüe de la comunidad mocoví de Recreo, mantuvo un encuentro con jóvenes universitarios y por la noche participó del acto de desagravio que organizaron ATE, Amsafé, Sadop, la Asociación de Prensa de Santa Fe y diversas agrupaciones sociales y de derechos humanos con motivo del juicio que le iniciaron los descendientes de José Martínez de Hoz por la película Awka Liwen (Rebelde amanecer).
Bayer participó del guión de ese documental, que retrata los inicios de la Sociedad Rural, en la segunda mitad del siglo XIX, a partir de documentos oficiales rescatados del Archivo General de la Nación. En la cinta se muestran los documentos mediante los cuales se repartieron las tierras conseguidas por Julio Argentino Roca tras la llamada “conquista del desierto”. Los Martínez de Hoz ya participaban, entonces, de la Sociedad Rural y fueron beneficiados por Roca. Sus descendientes lo consideraron un agravio a su buen nombre y llevaron al veterano escritor a la Justicia.
Sobre Binner y Cristina
En medio de su periplo santafesino, Bayer habló con la prensa sobre la situación del país: “Se han hecho muchas cosas que antes no se habían hecho. Hay que reconocer, la historia lo va a reconocer, el coraje civil que tuvieron tanto Néstor Kirchner como Cristina de Kirchner por hacer juzgar a los criminales (de la última dictadura) por todos los hechos terribles: la desaparición de personas, el robo de niños, arrojar prisioneros vivos al mar… Ahora muchos de ellos están en la cárcel y la verdad es que eso se lo debemos a la fuerza que tuvieron estos gobernantes”.
No obstante, el escritor señaló que aún restan muchos temas por resolver: “Todavía, para tener una verdadera democracia, faltan muchas cosas por hacer. Yo sostengo que mientras haya villas miseria no hay una verdadera democracia, porque la democracia tiene que tratar de que todas las familias tengan un techo digno. Y mientras las estadísticas oficiales reconozcan que hay niños con hambre, no tendremos una verdadera democracia. Y mientras haya gente sin trabajo, tampoco. Así que tenemos que seguir luchando para lograr que haya trabajo, vivienda y que no haya más hambre. Ojalá lo podamos lograr en los próximos cuatro años”.
Cuando le pidieron una opinión sobre la provincia de Santa Fe, Bayer se excusó: “No me gusta hablar de las cosas que no conozco a fondo. Yo no conozco a fondo las medidas que se han tomado ni los niveles de pobreza que todavía existen; tendría que hacer un estudio muy profundo”. Sin embargo, dijo unas palabras sobre el gobernador Hermes Binner: “Es muy amigo mío. Viene de Rafaela, cerca de Humboldt (pueblo en el que nacieron los padres de Bayer). Somos muy amigos, pero eso no quiere decir que voy a hablar bien de su gobierno. Como persona, por supuesto que voy a hablar bien”.
“Profundo acto de conciencia”
Convocado por organizaciones políticas, educativas y sindicales, el jueves 10 en Santa Fe se realizó un acto de desagravio a la figura del historiador. Bayer calificó la iniciativa como “un profundo acto de conciencia que se necesita para seguir adelante”. El acto fue en la plazoleta Rodolfo Walsh, ubicada en Presidente Roca –una ironía que el escritor se encargó de señalar– y Aristóbulo del Valle, en la capital de la provincia.
Bayer agradeció el apoyo y reivindicó la película. “No ha herido la dignidad de la familia Martínez de Hoz sino que ha dicho la verdad histórica. Que en la familia Martínez de Hoz hubo seres indignos, a eso lo dice la historia. Y la culminación es el ministro de Economía de la última dictadura militar de la desaparición de personas (José Alfredo Antonio Martínez de Hoz)”, añadió Bayer.
“En la peor de las tiranías argentinas actuó el abuelo de los que nos inician el juicio ahora”, siguió. “Hay que decir la verdad de lo que ocurrió en la historia argentina. Hablamos de José Toribio Martínez de Hoz, que fue el fundador de la Sociedad Rural, y del bisabuelo de éstos que nos iniciaron el juicio, que se hace el gracioso y corre unas vacas creyéndose el dueño de todo”, en referencia a las imágenes rescatadas del Archivo Nacional que aparecen en la película Awka Liwen.
“La Campaña del Desierto fue cofinanciada por la Sociedad Rural y a los estancieros que eran socios de esa entidad se les otorgaron miles de hectáreas, esa es la verdad histórica y no tienen que sentirse agredidos. La dignidad del apellido Martínez de Hoz ha sido manchada para siempre por ese ministro de la dictadura”, agregó el autor de Los vengadores de la Patagonia trágica y Severino Di Giovanni.
Bayer celebró la presentación judicial de los descendientes del ministro de Economía de la dictadura por el efecto publicitario que significó para el film: “Desde el momento en que se supo que los Martínez de Hoz nos habían iniciado un juicio, la película se ve cinco veces más que antes, los discos se venden cinco veces más que antes. Ha sido la mejor propaganda y yo estoy muy orgulloso de que los Martínez de Hoz me inicien juicio: siento que he hecho algo de importancia en la historia. Lo digo con ironía, pero también lo siento así”.
Con los mocovíes en Recreo
Por la mañana, Bayer había visitado la ciudad de Recreo para brindar una charla de historia argentina ante los alumnos de la escuela de enseñanza media Nº 509, de enseñaza bilingüe, en la que el 90 por ciento de sus alumnos pertenecen a la comunidad mocoví Com Caia (en castellano, “somos hermanos”).
“Es un gusto que me reciban para hablar de la verdadera historia argentina que nace el 25 de Mayo de 1810”, les dijo el escritor a los chicos y a los vecinos que se sumaron a la charla. “Los hombres de Mayo tenían sentido de la humanidad, de la libertad y de la igualdad, terminaron con la esclavitud durante la Asamblea del año 1813; Estados Unidos recién terminó con la esclavitud en 1852 y Brasil en 1874”.
Bayer continuó: “A los españoles no les alcanzaba el trabajo de los pueblos originarios. Se calcula que trajeron 1.200.000 africanos como esclavos y se llevaron las riquezas. Los propios argentinos vamos a traicionar el pensamiento de Mayo y el primer gran traidor fue el presidente Bernardino Rivadavia; después empiezan las guerras intestinas entre unitarios y federales, de una ferocidad impresionante, hasta que van a triunfar los liberales positivistas que van a traer a Argentina la cultura europea”.
“En lugar de tener monumentos a los grandes luchadores, a los grandes rebeldes de los pueblos originarios, tenemos los monumentos a los conquistadores”, se lamentó el historiador, quien inició en 2004 una campaña para que se retire el monumento a Julio Argentino Roca ubicado en el centro de la ciudad de Buenos Aires. La medida fue avalada seis años más tarde por la Legislatura porteña.
Sobre su interés por los pueblos originarios, Bayer relató: “Cuando estudié historia me propuse indagar sobre la suerte de los más perseguidos. Mi primer libro se refirió al anarquista italiano Severino Di Giovanni, que fue fusilado por la dictadura de Uriburu. En el segundo seguí estudiando el movimiento obrero y después comencé con un tema que nunca se había tratado: los fusilamientos de los peones rurales patagónicos cuando se levantaron e hicieron esa huelga en los grandes latifundios ingleses. La mitad de los fusilados eran peones tehuelches y mapuches”.