El líder de la barrabrava de Independiente Pablo «Bebote» Álvarez concurrió este domingo a votar en las elecciones de Independiente ya que la dirigencia saliente decidió levantar el derecho de admisión.
Álvarez fue a la sede de avenida Mitre 470 al mediodía, emitió su sufragio y, sin ninguna careta que cubra su rostro, dejó el lugar.
«Bebote» pudo votar tranquilamente debido a que la dirigencia saliente envió un comunicado a la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) donde informó que levantó el derecho de admisión que pesaba sobre muchos simpatizantes, entre ellos el líder de la barrabrava.
«Ante la obligación de dejar a la próxima conducción la posibilidad abierta de ejercer la política que deseen respecto a la materia, solicitamos el levantamiento de los derechos de admisión y comandamos debidamente en tiempo y forma a vuestra agencia», según se explica en el comunicado que tiene la firma del presidente Claudio Keblaitis y del secretario general Pedro Larralde.
Álvarez arribó esta madrugada al país luego de ser deportado por la policía de Brasil que lo detuvo cuando intentó ingresar a ver el partido de Argentina ante Bélgica.
«Bebote», quien bajó del avión con una máscara, llegó sin custodia policial al Areopuerto Internacional de Ezeiza y se fue del lugar junto con otros dos «barras» que lo esperaban en un vehículo rojo en medio de forcejeos con los periodistas que lo esperaban.
El simpatizante de Independiente fue detenido en el estadio Mané Garrincha momentos antes que comenzara el partido en el cual la Selección argentina venció a Bélgica por 1 a 0 por los cuartos de final del Mundial de Brasil.
Al momento de ser apresado, Álvarez tenía el pelo pintado de amarillo y verde y la camiseta del Flamengo de Brasil y así arribó al país.
Previamente, líder de la barrabrava del «rojo», por quien pesa una orden de detención y deportación, se disfrazó de hincha suizo para burlar la seguridad del estadio Arena Corinthians, donde jugó el elenco argentino ante el conjunto europeo.
Según se informó, la Policía brasileña lo buscaba desde que el 25 de junio había ingresado al país para ver en Porto Alegre el duelo entre Argentina y Nigeria.
