Sergio Beccari hizo su descargo. Luego de quedar designado como nuevo vocal contador en el Tribunal de Cuentas de la provincia, el ex funcionario socialista dijo que los sectores políticos e institucionales que se opusieron a su postulación lo prejuzgaron y no tuvieron en cuenta sus argumentos ni la documentación que presentó ante la Legislatura para justificar la legalidad y legitimidad de su nombramiento.
Antes de su designación “ficta” por parte de la Legislatura, el ex secretario de Ingresos Públicos de la provincia –cargo que ocupó hasta diciembre de 2017– respondió ante el gobierno y ante la comisión de Acuerdos de la Legislatura las impugnaciones que había recibido por parte del Colegio de Abogados de Santa Fe y de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la UNL. Su descargo, según el propio Beccari, no fue tenido en cuenta por los legisladores de esa comisión, donde tiene mayoría la oposición.
“Cumplo con toda la normativa vigente para mi postulación y rechazo las impugnaciones presentadas por parcialidad manifiesta en que incurren las instituciones impugnantes al presumir falta de imparcialidad e independencia de las decisiones a tomar en el control de las cuentas públicas”, sostuvo Beccari, para quien hubo “una clara arbitrariedad” en el análisis de las leyes y los requisitos que norman el funcionamiento del Tribunal de Cuentas.
Del mismo modo que el abogado radical Lisandro Villar, el pliego de Beccari quedó aprobado en forma ficta luego de dos intentos fallidos para tratarlos en la Asamblea Legislativa. Fue el propio oficialismo el que no dio quorum como estrategia para evitar que las designaciones fuesen rechazadas por la oposición, que había dado dictamen negativo a los pliegos en la comisión bicameral de Acuerdos.
Beccari y Villar cubrirán las vacantes que habían quedado en el Tribunal de Cuentas al finalizar los mandatos de Germán Huber y Gerardo Gasparrini. Los otros miembros del organismo de control son el justicialista Oscar Biagioni –presidente– y los vocales Dalmacio Chavarri y María del Carmen Crescimanno, ambos afines al socialismo.
Antes de la sanción ficta, la comisión de Acuerdos emitió dictamen negativo sobre los dos pliegos. “Ese dictamen –explicó Beccari– está firmado por dos legisladoras que no estaban presentes al momento que yo hice mi descargo (Alejandra Vucasovich del PRO y Patricia Chialvo del PJ), es decir que el dictamen ya estaba preparado desde antes”.
Según el ex funcionario de los tres gobiernos socialistas, las impugnaciones “deben basarse en hechos fundados” y no en supuestos sobre la actuación futura de funcionarios públicos. En ese sentido, entiende que las impugnaciones y las críticas anticipadas de la oposición buscaron hacerle daño: “Por lo menos así lo siento yo”.
—¿Hubiese preferido que se vote su pliego?
—Sí. A mí no me da lo mismo que se apruebe de este modo. De todos modos, se habla de falta de legitimidad en el proceso, pero la aprobación ficta está contemplada en la Constitución provincial. Pero no me da lo mismo que se someta a debate o se apruebe en forma ficta, aunque no esté mal y sea legal.