Lucas Bernardi no se esconde. No se lo permite su amor propio. Por eso ayer aseguró que, más allá de las críticas que hoy recibe por el bajo rendimiento que reconoce tener, no dará un paso al costado porque “en los malos momentos es cuando hay que aparecer y responder”.
“No queda otra que lucharla. Hay que aislarse del entorno, de todo lo que se dice y estar metidos en el trabajo, que es lo único que nos va a terminar sacando de esta situación. No queda otra que seguir trabajando, mirando para adelante y siendo lo más positivos posibles dentro de la situación en la que nos encontramos. Y de dar el esfuerzo máximo y un plus para salir de este momento”, afirmó Bernardi en diálogo con La Red Rosario ayer al mediodía.
Consultado sobre su rendimiento, señaló: “No puedo estar conforme. No le escapo a la realidad, sé que no estoy en un buen momento. Siempre fui crítico conmigo, y ahora lo soy mucho más. Es cierto que cuando andás mal dentro de un equipo que juega bien, se nota menos. Pero cuando el equipo no anda tan bien, se nota mucho más”.
Sus bajas perfomances lo convirtieron en un blanco directo de las críticas de algunos hinchas, que hasta se animaron a pedirle que se retirara. Pero Bernardi no piensa aflojar y bajarse del barco en este momento: “En algún momento pensé en decir ‘me voy a mi casa y que pase lo que tenga que pasar’. Pero la verdad que no puedo, mi carácter no me lo permite. Sé que todavía no es el momento de terminar mi carrera. Tengo otras expectativas. Y una inmensa bronca porque quiero que el equipo salga de este momento”.
Y acotó: “Lo más fácil sería quedarme en mi casa. Pero no soy así. Tengo fuerzas y ganas de seguir adelante y de ayudar a sacar a Newell’s del lugar donde está. Hay que ponerle el pecho a las balas, sobre todos por ser uno de los más grandes del plantel. En la mala somos pocos y es cuando hay que responder. Son estos momentos en los que se conoce el carácter de cada uno”.
Bernardi confesó que en el plantel nadie piensa en “bajar los brazos”. “Tratamos de ser positivos pese a este momento, seguir con el trabajo duro, esforzándonos. Y confiando en lo que hacemos, pese a los resultados, que son los que mandan y los que te afectan. Hoy, una desatención nuestra termina en gol y no lo podemos evitar. No sé por qué, pero es lo que nos pasa. Nos golpea y hasta empezás a dudar de lo que hacés”.