Gerardo Martino asumió el compromiso de pelear el título y a modo de elogio dijo que los jugadores son los responsables de este momento y debían hacerse cargo. Por eso no sorprendió que ayer diera la cara Lucas Bernardi y dijera: “Tenemos que asumir la realidad con responsabilidad. Decir que podemos pelear el campeonato es una muestra de madurez”.
—¿Qué valor le das al triunfo ante Olimpo?
—Era muy difícil jugar en Bahía. Por el clima, por la cancha. Por eso se valora mucho el triunfo. Debíamos ganar y lo hicimos, por ahí pasa la importancia del partido.
—Puede ser uno de esos partidos que al final de la campaña uno los marcará como claves.
—No sé si en el futuro este partido puede ser uno de esos partidos claves. Lo que estoy seguro es que era un momento donde teníamos que ganar… y ganamos. Después se verá qué importancia tiene al final del torneo.
—El Tata dijo que ya no se podía esquivar hablar de pelear el título y señaló que los jugadores debían hacerse cargo de este momento porque fueron los que pusieron al equipo ahí.
—Lo dijo públicamente, así que no nos queda otra que hacernos cargo. Las cosas en la vida se presentan y hay que saber aprovecharlas. El Tata apunta a que asumamos la presión de estar peleando el campeonato. Creo que tenemos que aceptar la realidad con responsabilidad. No podemos esconder que estamos punteros. Y que lo digamos públicamente es una forma de hacernos cargo. Eso también habla de la madurez del grupo.
—¿Cómo se maneja esta presión que representa ir por un objetivo impensado hace tres meses?
—Sin cambiar lo que venimos haciendo. La idea es asumir el compromiso y afrontar estas seis finales con la idea de estar en la lucha hasta el final. Creo que la confianza del grupo está en alza y estar en un lugar de privilegio nos pone frente a un compromiso mayor.
—Boca y Vélez juegan por la Copa y además se enfrentan el domingo, ¿es una ventaja?
—Uno puede estar pendiente de lo que suceda con los rivales, como va a pasar este fin de semana con Vélez y Boca, pero si no ganamos nosotros no sirve de nada lo que suceda con ellos. La realidad indica que dependemos de nosotros.
—¿Que el objetivo primordial haya sido otro les pone menos presión en esta lucha final por el título?
—Teníamos un objetivo que no dejó de estar: sacar muchos puntos. Ahora sumamos otro objetivo, pelear el campeonato, lo que no significa que vayamos a ganarlo, pero sí que vamos a intentarlo. Vamos a dar pelea, de eso estoy seguro.
—¿Preocupa lo que sucede con algunos arbitrajes en este tramo final?
—Que hablemos de los árbitros no va a cambiar nada. Lo que yo pueda decir no va a mejorar ni empeorar las cosas. Creo que las soluciones pasan por otro lado. Lo único que podemos hacer nosotros es jugar bien y tratar de minimizar los errores del árbitro.
—¿Cuáles son las virtudes de este grupo para quedarse con el título?
—Creo que nuestra mayor virtud es que somos un equipo que intenta jugar de la misma manera, con mucha convicción de lo que hace, y que sobre todo tiene paciencia.
—¿Ser campeón con la casaca leprosa sería el corolario ideal para tu carrera?
—Si digo que sí me lo van a poner de título y si digo que no estaría mintiendo. Hoy creo que nada de eso es importante si no nos enfocamos en el próximo partido. Pensar en el final sin entender que todavía hay un camino de seis partidos sería un error.
—En el Apertura 2009 estuvieron cerca del título y se quedaron en la puerta, ¿qué enseñanza dejó aquella situación?
—Que hay que pelear hasta el final, no resignarse. Aquella vez perdimos ese partido polémico ante Arsenal y pensamos que estaba todo perdido. Y después se nos presentó otra chance y no la aprovechamos. Lo que debemos entender es que si sufrimos un golpe, algo que puede pasar, no debemos caernos. La obligación será luchar hasta el final con la misma ilusión.
