Matías Bernardini cerró otra temporada brillante en Portugal, logró ascenso y título con Olhanense y se erige como jugador amuleto para los elencos que desean ser protagonistas en una competencia que suele ser una gran plataforma de ingreso al básquet grande de Europa.
El escolta rosarino se consagró esta semana como campeón de la Primera División de Portugal al derrotar a Académica Efapel por 64 a 61 con 5 puntos del jugador formado en Temperley, y venía de lograr apenas unos días atrás el ascenso a la Pro Liga tras vencer 2 a 1 a Eléctrico con el 95 a 88 en el que Bernardini fue figura clave con 20 puntos y 6 rebotes.
“El objetivo del equipo era el ascenso. Fuimos el equipo más largo y con mejores condiciones del certamen, top de la categoría y los más profesionales, con 280 prácticas en la temporada. Al inicio del torneo nos costó un poco porque es una liga muy dura, muy física, pero igual ganamos, por lo que cuando nos afirmamos ya marcamos la diferencia. Por migraciones el extranjero demoro más de tres meses en sumarse pero de todas formas pudimos mantener el nivel”, contó Matías aprovechando el sol y la arena de Portugal tras la alegría.
“Perdimos sólo dos partidos en toda la temporada y contra el mismo equipo, uno de ellos en la final por el ascenso, pero nos unió más y después lo dimos vuelta con claridad frente a un equipo bueno, con extranjeros de nivel que llegan para dar sus primeros pasos en Europa”, agregó el perimetral que supo también festejar con Portimonense y luego jugar en la elite.
Matías anotó 400 puntos en 25 partidos con promedio de 16 por juego con 44 % en triples.
“Me siento cómodo en Portugal, es el tercer año que cumplo aquí y pude ascender dos veces en torneos diferentes. Es un balance muy positivo”, reconoció pero también aclaró que es muy pronto para analizar el futuro: “Recién terminé esta campaña y la opción de renovar está porque es un club que me trató muy bien, es una institución familiar, que tiene su propia cancha y parecido a lo que estoy acostumbrado en Temperley. En uno de los juegos sacaron colectivos para recorrer 600 kilómetros para alentarnos, algo que no es habitual. Los dos festejos fueron hermosos, se portaron todos muy bien”.
“Siempre se mira de reojo volver a la Liga en Argentina o buscar otra experiencia en Europa, pero por ahora me voy a tomar vacaciones y habrá tiempo para pensar”, cerró Matías, toda una garantía de éxito en Portugal.