Con el objetivo de “desdramatizar” lo que significa tener un familiar, alumno, amigo o compañero con trisomía 21, Síndrome de Down, Ana Clara Tortone y Dante Sorgentini, madre y tío de Augusto, un chico de 9 años que tiene el síndrome, crearon la serie animada Beto que podrá verse en televisión el próximo año en un canal a definir.
Realizada en stop motion (animación foto a foto) la serie será la primera en tener como protagonista a un niño con Síndrome de Down.
“A partir del nacimiento de mi hijo empecé a tener un oído y una percepción especial respecto a qué pasaba en mi entorno sobre la discapacidad. Cuando se enteraban, algunos me decían «¡qué bueno, te felicito!» y otros «¡cuánto lo lamento!». En ambos casos, yo decía «¿Por qué?»”, contó Tortone, quién comenzó hace varios años a militar desde la Asociación Síndrome de Down de la Republica Argentina (Asdra) por la educación respecto del síndrome y la inclusión.
“La reacción de la gente me llamó la atención y quería compartir la experiencia, porque de afuera pareciera que es algo trágico pero resulta que no pasa nada”, agregó.
El principal aliado para esta tarea lo halló en Dante Sorgentini, su sobrino y director de cine, quien aseguró: “Hace tiempo que estoy haciendo animación y cuando terminé mi último trabajo me dieron ganas de empezar a dirigir. Entonces, Beto fue la puerta para la realización de ese sueño”.
“Empezamos a tomar nota de anécdotas, a leer sobre el tema, a discutir ideas. Ella (Tortone) venía, me contaba una situación y yo empezaba a fantasear con las cosas que se podían exagerar a nivel cómico o cómo contar una mini historia con eso”, dijo Sorgentini, cuyo padrastro, el actor Roly Serrano (quien había realizado un doblaje también en El ratón Pérez 2), es la voz del papá de Beto que cuenta con la voz del mismo Augusto.
Por el momento, y tras haber ganado la edición 2012 del concurso Series de Animaciones Federales con Orientación Temática del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), fueron realizados los cuatro primeros capítulos de la serie. “La serie va al Bacua, que es el centro de contenidos, donde la tendrán disponible desde abril. Y ahí, después, deciden si va a PakaPaka, Encuentro o en las previas del cine”, explicó Sorgentini.
Cada episodio de Beto (marcado por los ojos rasgados característicos y la protrusión de la lengua) girará en torno a alguna situación conflictiva experimentada por un chico y sus padres en su búsqueda de una integración plena.
Así, uno de los capítulos, denominado “El regalo”, remite a lo que les ocurrió a Augusto y sus padres una vez que el nene concurrió al cumpleaños de un amiguito. “La mamá del cumpleañero se puso nerviosa, vio que yo me despedía y lo dejaba y me dijo «¿Cómo, ¿te vas? ¡Yo no voy a poder!». El capítulo plantea esto de «¡uy! ¿qué hago?» y la respuesta es ¡fluir!. Él es un chico autónomo, se queda solo en los cumpleaños, pero hace falta tranquilizar, poner palabras, normalizar la situación porque la gente necesita que les des certezas”, contó.
“Lo que queremos mostrar es ese instante de tensión, que es como un gran salto al vacío. Uno tiene dos caminos: o te sentís que te están dejando afuera o lo ves como una oportunidad para incluir”, dijo.
Uno de los capítulos que no fueron grabados aún evocará lo ocurrido en una guardia de hospital, con una médica que no estaba dispuesta a aceptar que un niño con Síndrome de Down no necesita estar en una caja de cristal. “Augusto tiene cuatro puntos en la ceja por andar en skate. Cuando llegué al hospital, la cirujana lo miraba y me miraba, lo miraba y me miraba. Yo me empecé a reír y le dije «decime la verdad, es la primera ceja rota de un chico con Síndrome de Down que cosés». Y era así, porque los llevan de la mano, no los dejan hacer nada. Augusto anda en skate, tiene la cabeza llena de chichones, sí, pero le encanta”, contó la mamá.
Dado sus objetivos, la serie está pensada tanto para niños como para adultos. “La idea es que lo vea la familia, que los chicos se enganchen con la imagen, con el personaje, pero que además lo vean los padres, porque la idea es incluir”, explicó Sorgentini.
“Obviamente, también queremos que funcione como un disparador para hablar de estos temas, por eso vamos un poco al límite mostrando gente que se pone incómoda. No hay discusión, hay una manera cómica de contarlo, pero se lo muestra”, agregó Tortone.
Además del concurso del Incaa, los creadores de Beto ganaron también la primera edición del concurso Desarrollo de Proyectos de Cultura Digital 2013 que realiza el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, del que participaron con la aplicación BetoApp, un programa que, también con la técnica de stop motion y protagonizado por Beto, tiene por objetivo la estimulación cognitiva de chicos con Síndrome de Down o con problemas de aprendizaje.
“Nosotros tenemos pensado a Beto como algo transmedia, la idea es que se instale en el imaginario, que cuando haya algo que explicar sobre el Síndrome de Down, alguien diga «¿No viste Beto?». Nos gustaría que se transforme en un referente y llame al debate”, concluyó Tortone.