El secretario de Industria, Eduardo Bianchi, se reunirá el jueves próximo en Brasilia con el viceministro de Industria brasileño, Alessandro Teixeira, para destrabar el comercio bilateral afectado por la imposición de Licencias No Automáticas (LNA) a las importaciones por parte de ambos países.
Según fuentes del Ministerio de Industria local, el llamado de los negociadores brasileños era aguardado para el lunes, pero se adelantó al pasado viernes por la noche.
Bianchi contestó afirmativamente a la consulta brasileña y se acordó deliberar el jueves en Brasilia. El intercambio comercial bilateral rondó los 33 mil millones de dólares en 2010, con un déficit de poco más de 4 mil millones para Argentina, según cifras oficiales, y se vio afectado a comienzos de mayo cuando Brasil impuso LNA a la importación de automóviles, sector donde Argentina tiene superávit.
En febrero, Argentina amplió de 408 a 557 los sectores industriales protegidos de las importaciones por la aplicación de estas LNA, medida que es reconocida por la Organización Mundial del Comercio (OMC). En medio de este panorama, el director de la Federación de Industrias de San Pablo, Roberto da Fonseca, admitió que los empresarios de ese país están “preocupados” por el conflicto comercial.
“Si nosotros siguiéramos con más certeza el tratado de libre comercio (del Mercosur) no existirían (estos conflictos). El tema es que ese tratado no está siendo practicado como se debería”, se quejó Fonseca, en declaraciones a una radio porteña.
La semana pasada Bianchi recibió a Teixeira en Buenos Aires, y tras dos días de deliberaciones acordaron retomar en esta semana y liberar “gradualmente las licencias pendientes”.
Sin embargo, quedó pendiente el reclamo argentino por el ingreso de aceite de oliva, vinos, cítricos y lácteos, para tender a solucionar el desequilibrio comercial y de desarrollo industrial. También el acceso de agroquímicos, fertilizantes y medicamentos a Brasil, a lo que Teixeira respondió que consultaría a los organismos competentes y mostró buena voluntad en casos específicos que hace tiempo se tramitan.
De todas formas, la delegación brasileña se mostró renuente a la hora de tratar las cuestiones que hacen a la necesidad de equilibrar el desarrollo de industrias como maquinaria agrícola y electrodomésticos, tanto en comercio como en inversiones.
Argentina busca implementar reglas particulares de comercio que tiendan a equilibrar el saldo negativo de 450 millones de dólares que permitan acceder a inversiones en tractores y maquinarias.
En el caso de línea blanca las exigencias o liberación de Licencias No Automáticas de productos brasileños sólo serán posibles ante una reciprocidad de acceso de productos argentinos al mercado brasileño, actualmente vedada.
Teixeira, por su parte, llegó con un listado de reclamos del empresariado brasileño, que denunció demoras de hasta 400 días en el ingreso de productos afectados por LNA argentinas, cuando el máximo autorizado por la OMC es de 60 días.
Esto motivó una serie de reuniones bilaterales para coordinar acciones de comercio, hasta que en la segunda semana de mayo Brasil impuso también LNA a la importación de autos, lo que generó un grave perjuicio a la industria argentina y el conflicto bilateral que esperan resolver en la próxima semana.