La Biblioteca del Bicentenario se puso en marcha. En el Centro Municipal Distrito Sur, Uriburu 637, a metros del lugar donde se emplazará el futuro edificio, se entregaron los premios del Concurso Latinoamericano de Ideas para el proyecto arquitectónico de la Biblioteca Central del Bicentenario.
Con la presencia del Intendente Miguel Lifschitz, autoridades municipales y de los colegios de Arquitectos de Rosario y de la provincia de Santa Fe, se entregaron los diplomas a los tres primeros premios y a nueve menciones. De las 127 propuestas recibidas, el proyecto ganador correspondió al trabajo de los arquitectos Alfredo Tapia, Gastón Atelman, Martín Fourcade y Julio Emiliano Daniele, integrantes del Estudio AFT Arquitectos (Córdoba); el segundo premio, de la arquitecta Jessica Vidalle (Rosario), y el tercero, correspondiente a los arquitectos Mario Báez y Adrián Durán (Montevideo, Uruguay). El jurado también dispuso la adjudicación de cuatro menciones honoríficas y cinco del jurado.
El Intendente Miguel Lifschitz destacó que no se encara un proyecto de Biblioteca todos los días, recordando que hace cien años un grupo de vecinos proyectó la Biblioteca Argentina para el Centenario de la Revolución de Mayo, como sucedió también con el Hospital Centenario. “Pensamos que la cultura ha sido y es una herramienta de inclusión social y de construcción de identidad, por eso llevamos adelante proyectos como el MACRO, el Tríptico de la Infancia, la integración del Teatro La Comedia al patrimonio municipal, el Museo de la Memoria que inaugura el 10 de diciembre su nuevo edificio en la ex sede del segundo cuerpo de Ejercito, y hoy avanzamos con la Biblioteca del Bicentenario, para seguir después con el anunciado Puerto de la Música”.
Un numeroso grupo viajó desde Córdoba especialmente para recibir el primer premio del concurso. El Estudio AFT Arquitectos, que se formó en 1995 con Gastón Atelman, Martín Fourcade y Alfredo Tapia, ha ganado importantes reconocimientos por la calidad de sus diseños, como también por la exitosa participación en numerosos concursos y emprendimientos. El más importante fue el primer premio del concurso del actual Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), al cual se presentaron varios centenares de estudios de arquitectura internacionales. Ganaron también primeros premios en Punta del Este (Uruguay) por Brava 28, «Condominio Parada 28»; en la III Bienal Interamericana, Santiago de Chile, en el Concurso Air France, como mejor obra diseñada y construida en los últimos 5 años. También se hicieron acreedores al Premio KONEX en las artes visuales, en la categoría Arquitectura. Entre otros proyectos, el estudio realizó el Museo Malba, el Edificio Grand Bourg, el Edificio Oro y el Edificio Vivaldi, en Buenos Aires; el Club House Golf Club Nordelta y la Capilla Nordelta, en Tigre (Buenos Aires). En Córdoba, Córdoba Towers y La Cuesta Villa Residencial.
Elciudadanoweb dialogó con el arquitecto Alfredo Tapia, uno de los tres responsables del proyecto de la Biblioteca del Bicentenario.
-¿Cómo llegaron a diagramar este proyecto para la ciudad de Rosario? ¿Viajaron desde Córdoba para investigar el espacio?
-No vinimos a Rosario porque las bases del concurso eran bastantes claras y planteaban tres objetivos que nos entusiasmaron bastante, porque hablaban de un proyecto inclusivo, innovador y sustentable. Inclusivo, porque tiene que tener una influencia positiva y relevante sobre el sector de la ciudad en que va a estar inserto. Innovador porque tiene que estar preparado para lo que se espera de una biblioteca en el siglo XXI, y sustentable, que se haga con un uso de recursos razonables. Entonces nos pareció un desafío y es un tema que nos interesa particularmente. Por lo general seleccionamos mucho los proyectos en los que participamos, porque la ley de probabilidades está encontra, pero lo hicimos disfrutando el proceso y estamos muy contentos con el resultado.
-En sectores vinculados a la Cultura y Arquitectura generó expectativa que el primer premio sea para el estudio encargado de la construcción del Malba. ¿Es válida esa referencia?
-Nosotros tenemos una forma de ver nuestro trabajo donde cada encargo en particular es un comienzo nuevo, no usamos fórmulas preconcebidas ni tenemos un estilo que querramos repetir, sino que cada trabajo es un problema nuevo a donde hay que plantear soluciones que sean innovadoras, más creativas y más interesantes. Por eso este proyecto, más allá de la pasión que le vamos a poner, no va a tener ningún otro punto de contacto con el del Malba.
-¿Cómo definiría el proyecto de AFT para la Biblioteca del Bicentenario?
-Más que nada la parte clave de la idea es que esto va a redefinir el concepto de una biblioteca, sobre qué es lo que podemos esperar de una biblioteca del siglo XXI, qué es lo que vamos a hacer en este lugar para que sea más atractivo venir a este ámbito que acceder a esa información desde Internet, desde la comunidad del hogar o desde el trabajo. Y eso va a surgir desde la interacción de muchas actividades, por eso vamos a mezclar los libros con nuevos medios, medios audiovisuales, también proponemos salas de ensayo para bandas de la zona, espacios de producción de cine y video. Tratamos de que se diluyan los límites entre educación, cultura y entretenimiento, y además una de las cosas que hicimos al principio fue verificar que las visitas a las bibliotecas están en decadencia, entonces propusimos toda una serie de actividades, que surgieron de una encuesta, que son más atractivas para la sociedad como deportes, recreación, plazas y espacios públicos. Nuestro edificio es una mezcla de ese programa de biblioteca con un montón de actividades adicionales que van a hacer que gente que naturalmente no visitaría una biblioteca después pueda desarrollar un interés genuino.
Llegaron a la conclusión de que las bibliotecas cada vez tienen menos visitas, ¿qué proponen para acercar a la comunidad y sobre todo a las nuevas generaciones que no tienen el hábito de ir a las bibliotecas?
-Nuestra Biblioteca del Bicentenario tiene un sector dedicado a chicos, adaptado para nenes, bebés y jóvenes, que tendrá situaciones distintas cada uno. Alturas, colores y estímulos diferentes, equipamientos y actividades afines.
¿Tendrá un espacio especial para bebés?
-Pensamos en una Bebeteca, que sería un espacio de jardín maternal o guardería que le genere tiempo a las mamás que vienen a la biblioteca, facilitándoles el cuidado de los chicos, que tendrán actividades recreativas.
El intendente Lifschitz adelantó que en marzo de 2011 será la puesta en marcha del proyecto, ¿Cuáles serán los tiempos para llegar a la inauguración de la Biblioteca del Bicentenario?
-Un proyecto como este lleva cinco meses para desarrollar el legajo técnico, posteriormente se licita y se adjudica, y después comienza la construcción de la obra que puede realizarse en un lapso de un año y medio a dos.