El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aseguró ayer que la región mantiene “resistencia a impactos económicos externos” y destacó que muchos de sus países acumularon reservas monetarias que “los protegen de la turbulencia financiera”. Al mismo tiempo afirmó que aún perduran “ciertas vulnerabilidades en la región” que podrían limitar el alcance de políticas anticíclicas en caso de que la crisis en Europa empeore. El informe titulado “El mundo de los senderos que se bifurcan” fue difundido ayer durante la 53º Asamblea Anual del BID que se realizaba en Montevideo y sus conclusiones figuran en la página oficial de la institución financiera.
“Somos cautamente optimistas respecto de América Latina y el Caribe. La región creció mucho durante los últimos años y mostró tener resistencia ante los choques”, afirmó el vicepresidente de Sectores y Conocimiento del BID, Santiago Levy.
El funcionario puntualizó a la prensa que “lo más importante es que la región desarrolló un conjunto de herramientas y de políticas que probaron ser efectivas durante los reveses económicos”.
El informe, titulado “El mundo de los senderos que se bifurcan” destacó que “varios países, especialmente exportadores de materias primas, han acumulado reservas internacionales que les ayudarían a protegerse de la turbulencia financiera internacional y han reducido sus pasivos externos”.
Indicó que “a diferencia del pasado, una mayoría de los países pudo implementar paquetes de estímulo fiscal efectivos para morigerar la desaceleración y han acumulado valiosas experiencias en la gestión de políticas anticíclicas”.
También remarcó que “la mayoría de las economías más grandes de la región adoptaron regímenes cambiarios flexibles que les permiten moderar las fluctuaciones”.
Señaló además que “en los últimos años, varios países implementaron políticas monetarias más sofisticadas y herramientas macro prudenciales, tales como el uso activo de requisitos de liquidez para los bancos y medidas para frenar la apreciación cambiaria, que fortalecieron la resistencia de la región ante otra posible crisis financiera internacional”.
El asesor principal del Departamento de Investigación del BID y coordinador del estudio, Andrew Powell, sostuvo por su parte que “aunque los escenarios económicos actuales no anticipan ni una crisis importante en Europa ni una fuerte desaceleración en China, el mundo es muy incierto en este momento”.
“Realmente estamos hablando de senderos que se bifurcan. Si bien aumentó la resistencia de la región, perduran ciertas vulnerabilidades que podrían limitar el alcance de las políticas anticíclicas, de empeorar la crisis en Europa”, subrayó Powell.
Según el informe, “la dependencia de América Latina y el Caribe de las exportaciones de productos primarios sigue siendo alta, y un aumento en los ingresos de capitales incrementó los pasivos en divisas del sector privado”.
“En caso de ser necesario, la región debería seguir teniendo acceso al financiamiento externo y a fuentes de financiamiento oficiales”, estimó el análisis
De todos modos, destacó que “desde 2008 la deuda externa del sector público ha disminuido y las reservas internacionales han aumentado en las economías exportadoras de productos primarios”.