Por Néstor Espósito / Tiempo Argentino
El fiscal federal Carlos Stornelli le sugirió a su colega Juan Ignacio Bidone que omitiera mencionar en una declaración judicial desde cuándo el falso abogado Marcelo D’Alessio decía que lo conocía. Stornelli sostiene que conoció a D’Alessio a fines de 2018, pero el falso abogado le contó a Bidone que la relación se remontaba a la investigación de las supuestas irregularidades en la importación de gas licuado (GNL), es decir por lo menos dos años antes.
Cuando estalló el escándalo D’Alessio, el fiscal Bidone quedó en el centro de todas las miradas y se presentó espontáneamente a declarar ante la fiscal Alejandra Mángano. Pero según reconoció el miércoles, al declarar en indagatoria en Dolores, hubo una escena previa.
“Previo a recibirme declaración, la fiscal Mángano, pasé a hablar con Stornelli en su despacho. En esa charla él me preguntó qué era lo que me había pasado, le conté que justamente esta persona, D’Alessio, me indujo a solicitar información vinculándola a una causa mía y la había utilizado para extorsionar a (el productor agropecuario Pedro) Etchebest. Stornelli me dijo algo así como ‘sí, a mí me embaucó o cagó’, no recuerdo bien su expresión, pero como que lo había engañado también”.
En esa reunión que Bidone describió en el despacho de Stornelli, el fiscal porteño le preguntó desde cuándo conocía a D’Alessio. Stornelli quiso saber más: “¿Y él te dijo si me conocía?”.
“Le dije que sí, que dijo que lo conocía desde la causa del gas licuado. Stornelli me dijo ‘yo lo conozco hace dos o tres meses nada más’, como contradiciendo esa afirmación. Él se retiró de su despacho y dijo que iba a ir a hablar con la doctora Mángano para que me reciba, volvió a los pocos minutos y antes de yo salir de su despacho me hizo una referencia que me llamó la atención y por eso la quiero manifestar. Me hizo un gesto como inclinando la cabeza de un lado a otro y me dijo ‘fijate, si no te preguntan desde cuándo me conocía por ahí no hace falta que lo digas’. Yo me quedé sorprendido porque no tenía un grado de confianza para que él me dijese algo así”, relató Bidone.
Stornelli -según Bidone- intentó direccionar la declaración que debía prestar ante una fiscal de Comodoro Py para explicar qué había hecho a instancias de D’Alessio, con la posibilidad cierta de que ello hubiera constituido un delito. Stornelli ya estaba bajo investigación por ante el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla. Cualquier juez o fiscal podría interpretar que la actitud de Stornelli es cuanto menos un intento de “entorpecimiento de la investigación”. Es decir un “riesgo procesal”, de esos que ameritan que se ordene la inmediata detención de un imputado. Ante una situación similar pero que no lo involucrara directamente, Stornelli seguramente habría pedido la detención de quien intentara direccionar una declaración.
Bidone no tuvo necesidad de omitir el dato sobre cuánto hacía que se conocían D’Alessio y Stornelli. “No me fue preguntado en el marco de la testimonial” que le tomó la fiscal Mángano. “Sólo hice referencia a mi persona”, recordó.
La extensa declaración indagatoria que prestó Bidone en Dolores quedó reflejada en medio centenar de páginas de un acta, más 36 de un escrito presentado previamente. A lo largo de ocho horas, el fiscal del triple crimen de General Rodríguez explicó que fue “infiltrado por la AFI”, a través de un agente detenido por orden de Ramos Padilla, Rolando “Rolo” Barreiro. “Dijo que lo enviaban de la AFI para colaborar”, y ello ocurrió en junio de 2016, unos meses después que Bidone fuera citado a la AFI (a fines de enero o febrero de 2016) por sus titulares, Silvia Majdalani y Gustavo Arribas, quienes le prometieron colaboración y ayuda para que pudiera seguir investigando el remanente del hecho de General Rodríguez y el tráfico de efedrina. Esa “colaboración” fue Marcelo D’Alessio.
Bidone reconoció que le entregó “información sensible” a D’Alessio. “Admito que en ese marco de confianza y de lo que yo entendía era una colaboración mutua le entregaba documentación sensible -tal como dice la imputación- pero en la absoluta ignorancia de que ello iba a ser utilizado con un fin distinto por el que yo se lo había otorgado”.
Según relató el fiscal de Mercedes, D’Alessio le insistía permanentemente que mantenía reuniones con la diputada oficialista Elisa Carrió (inicialmente la relación era a través de la legisladora Paula Olivetto). “Me decía que estaba muy enojada, que me quería hacer mierda por no haber imputado a Aníbal Fernández en esa causa, y ella lo quería vincular a toda costa. Pero no existían pruebas en su contra y no cedí a la presión de D’Alessio”.
Finalmente, Bidone brindó una información inquietante. Dijo que la agencia antinarcóticos DEA “funciona dentro de la embajada de Estados Unidos” y aseguró que tiene legajos e informes que le fueron remitidos desde allí en el marco de la investigación.