La frase fue dura y contundente, sin margen para el error. “No tengo diálogo con Alfonsín”, dijo ayer el gobernador Hermes Binner, en diálogo con una radio capitalina. La frase, tan dura como expresiva de los tiempos que corren en parte de la oposición, vuelve a explicar cómo quedó el escenario en la oposición luego de que la UCR comenzara a perder el liderazgo de la alianza de centroizquierda, tras la derrota en las elecciones provinciales de Catamarca y los sucesivos abandonos de dos de sus candidatos a la presidencia.
Desde aquel momento, Binner no se cansa de enviar señales de aceptación del liderazgo perdido por la UCR, pero no deja de atar la posibilidad de su candidatura presidencial al resultado que logre su candidato, Antonio Bonfatti, en la interna del Frente Progresista el próximo 22 de mayo. “El 23 de mayo hablamos”, repitió ayer ante la consulta periodística sobre una probable candidatura.
El mandatario provincial insistió en que “no se debe repetir el error de la Alianza”, donde “todo se generó en derredor de nombres”, resaltó la importancia de “unificar programas” con otras fuerzas, y pidió “traspasar una cultura de coincidencias” para “comenzar a unir voluntades”, esto último en relación a la posible sociedad con el líder de Proyecto Sur, Pino Solanas, quien, se sabe, excluye a la UCR de todo acuerdo electoral.
“Nuestra preocupación fundamental hoy es el gobierno de la provincia de Santa Fe, es cumplir con todas las promesas preelectorales”, dijo ayer el gobernador, tratando de bajarle el perfil a las especulaciones electorales, en un tiempo donde todas sus energías están puestas en vencer en la interna el desafío que le planteó el presidente del partido, el senador Rubén Giustiniani, quien decidió pelear por la candidatura a gobernador del Frente Progresista, donde también talla el intendente santafesino, Mario Barletta.
Alfonsín también envía señales
Desde el sector de Ricardo Alfonsín también se envían señales a quienes hasta hace poco tiempo aparecían como socios incondicionales de la oferta para las elecciones presidenciales de octubre. Luego de su proclamación como candidato único del radicalismo, y cuando todos imaginaban un viaje a Santa Fe para intentar sellar con Binner una alianza, el hijo del ex presidente sorprendió con una foto junto al diputado y candidato a la gobernación de Buenos Aires Francisco De Narváez, a quien intenta seducir para que adhiera, a modo de lista colectora, a su candidatura presidencial (ver aparte).
Si bien Alfonsín resistió la idea del vicepresidente Julio Cobos y el senador Ernesto Sanz de formar un frente opositor junto al Peronismo Federal y el PRO de Mauricio Macri, la idea de un desplante del socialismo, cada vez más inclinado a la sociedad con Proyecto Sur, el sector de Luis Juez en Córdoba y el GEN de Margarita Stolbizer, lo obligó a abrir una puerta de salida, a la que también sumó al diputado Felipe Solá.