Con guiños al sector rural y críticas al “falso progresismo” del gobierno nacional, Hermes Binner lanzó su candidatura presidencial en Rosario y presentó su lista de diputados. El gobernador hizo hincapié en la necesidad de equilibrar el reparto de recursos entre Buenos Aires y el resto del país, afirmó que “el modelo K está agotado” y definió al Frente Amplio Progresista como la fuerza que “viene a renovar la política”. El senador rosarino Juan Carlos Zabalza, primer candidato a diputado nacional, coincidió con los conceptos de Binner: “Esta es la lista del verdadero progresismo”.
Sin su compañera de fórmula –la senadora cordobesa Norma Morandidni, quien permaneció en Buenos Aires porque tenía actividad en el Congreso–, Binner dio una conferencia junto a los candidatos legislativos que competirán en las primarias nacionales del 14 de agosto: los socialistas Zabalza y Élida Rasino; el dirigente de la Federación Agraria Omar Barchetta; Fabián Peralta, del GEN; Antonio Riestra, de Pares; Gabriela Sosa, de Libres del Sur; Mariano Cuvertino, Beatriz Gutiérrez, Jorge Elder y Oscar Pieroni. Fue hoy a la tarde en el salón del Sindicato de Luz y Fuerza. El mandatario santafesino cargó las tintas en los privilegios que detenta Buenos Aires en desmedro de las provincias. “Si no tenemos una visión estratégica de lo que estamos viviendo, las políticas seguirán siendo de toma y daca, de clientelismo”, sostuvo Binner. “Nosotros no necesitamos clientelismo; necesitamos trabajo. Hay 70 mil millones de pesos para subsidiar la energía eléctrica en Barrio Norte (ciudad de Buenos Aires), para subsidiar los transportes escolares de los colegios más caros de Buenos Aires. Eso es estar en contra de una política de subsidios real que pueda ser útil para aquellos que están en situaciones delicadas, pero tiene que ser algo claro, no absolutamente discrecional como es ahora”.
En un claro mensaje al “voto rural”, el gobernador cuestionó la política agropecuaria del gobierno nacional: “Al campo primero hay que escucharlo. Nosotros planteamos un tema que es vital: la conformación de un consejo agropecuario ampliado vinculante en el cual los ministros Producción, de Agricultura, las altas autoridades de cada una de las provincias que son productoras de alimentos, se sienten y sean escuchados, para poder construir una verdadera propuesta económica y social”.
El candidato presidencial del Frente Amplio Progresista denunció que la Nación le ordenó a los gobernadores de Córdoba y Entre Ríos abortar la Región Centro, en un supuesto intento por sitiar política y económicamente a su gestión. “No hay más reuniones de la Región Centro porque hay órdenes del gobierno nacional para negociar todo por su cuenta. Cuando tienen una deuda por no haber transferido la Caja de Jubilaciones, situación que es similar en Córdoba que en Santa Fe, en Córdoba se arregla esa deuda; en Santa Fe no. Pero se arregla con una condición: no reunirse en la Región Centro. Porque la Región Centro, funcionando, puede desequilibrar el acuerdo que ellos tienen pactado”. Binner también cuestionó la demora de la Nación para aprobar el préstamo de Kuwait con el cual se financiarán los acueductos.
“El modelo K está agotado: en lo económico, en lo social, en lo político y en lo cultural”, siguió el gobernador. “Es un modelo que no tiene más nada que dar, simplemente se puede prorrogar o profundizar. Lo dicen ellos: ‘Tenemos que profundizar el modelo’. Pero es un modelo que no sirve a los intereses de los argentinos. Este modelo hay que cambiarlo. ¿Cuáles son las alternativas? ¿Volver hacia atrás? Eso es historia. ¿Pensar en el pacto de Olivos? Nosotros también nos sentimos involucrados y culpables. Hay que pensar hacia delante, hay que mirar el horizonte. Tenemos que tener la valentía de pensar un país mejor, con valores, en el cual la transparencia sea el valor fundamental para transmitir de arriba hacia abajo”.
Binner también se diferenció del “falso progresismo” que, sostuvo, practica el kirchnerismo. “No nos conformamos con decir la palabra ‘progresismo’ sin darle contenido. El progresismo tiene un profundo contenido y tiene que ver fundamentalmente con el bienestar de la gente. Para lograr eso hay que tener una economía sustentable, hay que pensar en la industrialización del país, que es lo que genera riqueza. Progresismo es que el Estado vaya allí donde falta educación, donde falta salud, para que haya equilibrio e igualdad de posibilidades para todos”.
Luego definió a la inflación como “el impuesto más injusto” y reiteró que, de acceder a la presidencia, aplicará un plan de tres años con el que logrará una tasa anual de un dígito. Nada de políticas de shock, sino reformas graduales a nivel macroeconómico. El socialista calculó en “un 25 por ciento” la inflación con la que cerrará 2011, pese a que el acumulado en el primer semestre, según el Ipec, fue del 9,6 por ciento. El vaticinio del gobernador refiere a la inflación acumulada en 2010 –también de acuerdo a los datos del organismo provincial– fue del 25,6 por ciento.
Sobre el final, el candidato del Frente Amplio Progresista dijo que su objetivo de cara a las primarias del 14 de agosto es “mostrar” que tiene un plan de gobierno: una campaña idéntica a la de su ministro Antonio Bonfatti, gobernador electo. Para Binner, el plus de su propuesta es su “experiencia de gobierno”, tanto en Rosario como en la provincia. En ese sentido, destacó algunos aspectos de su gestión: el 82 por ciento móvil para los jubilados, la mortalidad infantil de un dígito y los docentes “mejor pagos” del país, todo lo cual configura una situación social que, según comentó, “sorprende” al resto del país.
“Estamos convencidos de que hay una alternativa cierta, real, que hay que aprovecharla. Y nosotros estamos en condiciones de liderar el proceso de cambio en la Argentina y de colocar un mojón: acá está el progresismo”, concluyó el mandatario socialista.
