Por Juan Facciano (*)
La Cámara Santafesina de Energías Renovables (CASFER) celebra la media sanción obtenida en la Cámara de Senadores de la Legislatura de la Provincia de Santa Fe del proyecto de Ley que crea el “PROGRAMA PROVINCIAL DE USO SUSTENTABLE DE BIOCOMBUSTIBLES”, confiando que el mismo también será aprobado por la Cámara de Diputados atento el firme compromiso y convicción de todo el arco político y sectorial de la provincia en la utilización de los Biocombustibles como vector fundamental de agregado de valor en la cadena de la agro industria, contribuyendo al desarrollo de las economías regionales, diversificando la matriz energética a través de combustibles renovables de origen nacional, sustituyendo importaciones de combustibles fósiles y preservando el ambiente y la salud.
La industria de los Biocombustibles está pensada para la Argentina de hoy, pero aún más para la futura, donde la producción de éstos nos acerca a obtener, en forma descentralizada y federal, más materiales biobasados, como glicerina, alcohol, burlanda, bioplásticos, biofertilizantes y muchos otros subproductos que la sociedad demanda cada vez más para reemplazar a los productos de origen fósil, es decir para hacer un mundo sustentable y sostenible, con menor concentración económica y mayor independencia a factores externos, y preservando el ambiente y la salud.
Los cuestionamientos públicos de las últimas semanas por parte del sector petrolero y de las terminales automotrices (ADEFA), con argumentos mentirosos, que a esta altura ya no revisten ninguna discusión, no solo en nuestro país sino en todo el mundo, significan lisa y llanamente: 1) re-primarizar la producción nacional, 2) asegurar mayor concentración económica y posición dominante de los sectores tradicionales de la energía, y 3) atentar contra la preservación del ambiente y el cuidado de la salud pública.
La provincia de Santa Fe es pionera en la investigación, desarrollo y utilización de Biocombustibles, y en particular del Biodiesel, existiendo sobrados antecedentes que acreditan la factibilidad técnica y económica de una mayor participación de estos en la matriz energética nacional.
Como prueba de ello, basta mencionar el Programa “BIO BUS”, a partir del cual, desde el año 2019, toda la flota de transporte público de pasajeros de la empresa MOVI de la ciudad de Rosario, entre otras, funcionan a B100 (biodiesel puro). A la fecha, más de 1000 unidades de las empresas de transporte público de Santa, han recorrido más de 46.800.000 kilómetros usando B100 en lo que es la mayor experiencia mundial al respecto, ahorrando más del 70% de emisiones de gases de efecto invernadero, lo que significa que en la ciudad de Rosario se han ahorrado de emitir a la atmósfera en un año más de 37.000 toneladas de CO2, además una reducción importante de material particulado en el aire.
Los Biocombustibles son un aporte fundamental para la industrialización de la ruralidad argentina y el agregado de valor de la cadena agro industrial de la soja, caña de azúcar o maíz. Son una innegable herramienta de producción nacional disponible para continuar sustituyendo las importaciones de gas oil y naftas actuales que, además del impacto ambiental, tanto presionan sobre las reservas del Banco Central.
Los Biocombustibles de ninguna manera pretenden reemplazar a las demás fuentes de energía, pero deben ser parte importante de una estrategia energética nacional diversa, federal y descentralizada, que tenga como objetivos la sustitución de las importaciones de gas oil y naftas, por ende, la independencia y soberanía energética, pero que sobre todo refleje que la salud y el ambiente son realmente una Política de Estado.
Hoy resulta indiscutible que la producción y utilización de los Biocombustibles constituyen pilares fundamentales para el desarrollo económico, regional, sostenible y sustentable, propiciando el cuidado del ambiente y la salud. Así lo demuestra el trabajo que realizan empresas del sector radicadas en diversas provincias argentinas.
(*) Presidente de CASFER