El gobierno de la provincia se encuentra trabajando junto a Córdoba, Entre Ríos, Tucumán, Salta y Jujuy en un nuevo proyecto de Ley de Biocombustibles con la idea de presentarlo en la previa a la convocatoria denominada por el presidente Javier Milei como el Pacto de Mayo. Este proyecto, en sus puntos centrales, guarda similitudes con lo que estaba incluido en la Ley ómnibus, rechazada por el Congreso.
Las provincias que participan en la elaboración del proyecto son las principales productoras de bioetanol (a base de caña de azúcar y maíz) y biodiesel (aceite de soja), que por ley se mezclan con las naftas y el gasoil antes de su comercialización. Desde el ministerio de Producción santafesino adelantaron a El Ciudadano que están trabajando en un texto de consenso para presentarlo como Liga Bioenergetica. También advirtieron que a diferencia de la que fue rechazada en el Congreso, la nueva versión de la Ley Bases no incluye un apartado sobre el tema. La iniciativa no cuenta con el apoyo de Buenos Aires, La Pampa y San Luis, quienes presentaron algunas objeciones a ese borrador.
Entre los puntos del proyecto se destaca la propuesta de implementar licitaciones privadas como mecanismo de abastecimiento en el mercado local, dejando de lado las regulaciones que establece actualmente la Secretaría de Energía. También se contempla el ingreso de grandes cerealeras como Cofco, Cargill, Bunge, AGD, que con la legislación actual no pueden competir a nivel local y solo pueden exportar.
Por su parte, las grandes refinadoras del mercado local (YPF, Puma Axion y Raizen), deberían esperar para ingresar a la conversación, ya que recién tendrían luz verde para ingresar una vez que el porcentaje de corte de bioetanol en naftas pase del 12% actual al 18%, y de biodesel en gasoil aumente del 7,5% al 15%:
Se trata de un proyecto trascendental para Santa Fe, ya que en su territorio alberga al 82% de la producción de biocombustibles de todo el país, más allá de las dificultades que reportaron en el último tiempo las pymes del sector. Respecto a esta iniciativa, y particularmente a la posible inclusión de grandes cerealeras, advirtieron que puede significar una dificultad a la hora de competir.
Borrador abierto
Lo que se conoce hasta ahora del proyecto que están afinando las provincias, apunta a licitaciones privadas al mejor precio para el abastecimiento interno, dejando atrás el mecanismo de cupos que tiene lugar actualmente. En esas licitaciones participarían refinadoras (compradores) y productores de bio (vendedores).
Ante el reclamo de las productoras pyme, se está evaluando la posibilidad de dos segmentos diferenciados para cubrir la demanda a nivel local. Una de las cuestiones que se tomarían de la fallida Ley ómnibus, tiene que ver con que ninguna empresa productora podrá acaparar más del 14% de participación en el mercado doméstico, ni tampoco competir por más del 100% de su capacidad instalada.
El rechazo inicial de Buenos Aires, San Luis y La Pampa, es porque consideran que el proyecto excluye a las pymes biodiesel alejadas de Santa Fe, que concentra la mayor parte de la producción del país. Advierten que no podrán competir en igualdad de condiciones a la hora de las licitaciones por los costos logísticos que les demanda buscar la materia prima en territorio santafesino (con quien deberán competir).
Por su parte, aquellas provincias productoras de bioetanol no presentaron discrepancias y apoyan la iniciativa. Se trata del caso de Martín Llaryora de Córdoba, que produce bioetanol maicero, el tucumano Osvaldo Jaldo, el salteño Gustavo Sáenz y Carlos Sadir de Jujuy, que elaboran etanol de caña de azúcar.
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