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Blanqueo, coimas y subsidios, ¿cómo es el mundo de «los miserables»?

El grupo que lidera Paolo Rocca, y que amenazó con despedir a 1.450 empelados, blanqueó 11 mil millones de pesos en 2016, recibió subsidios millonarios durante el macrismo y estuvo implicado en la "causa de las fotocopias de los cuadernos" por el pago de coimas

El grupo Techint, y su titular Paolo Rocca, fueron la punta de lanza del lobby económico y financiero que busca llevarse puesta la cuarentena, el aislamiento y las políticas del gobierno nacional que privilegian la salud por sobre la rentabilidad mientras el país atraviesa la pandemia de coronavirus. El presidente Alberto Fernández tildó de miserables a aquellos que buscaron despedir a trabajadores en este momento, particularmente a Techint y sus –por ahora— frustradas 1.450 cesantías; además les avisó que era el momento de ser solidarios: “Hermano, esta vez colaborá”. El trasfondo del grupo Techint no es muy diferente al de cualquier grupo empresario concentrado: estrechas relaciones con el poder, leyes a medida que los benefician y fondos inyectados desde el Estado ya sea en blanco (subsidios) o en negro (coimas).

Particularmente al grupo le fue muy bien durante el gobierno de Cambiemos, cuya ley de Blanqueo de Capitales habilitó el ingreso de 11 mil millones de pesos, fondos que fueron evadido del fisco argentino y que de haberse descubierto hubieran enfrentado la posibilidad cierta de terminar tras las rejas por evasión fiscal agravada.

En 2016 el gobierno del por entonces presidente Mauricio Macri debía hacerse de fondos a como diera lugar para seguir sosteniendo sus políticas de endeudamiento y fuga de capitales. Por ello recurrieron al blanqueo de capitales, “perdonando” a todos aquellos argentinos que reingresen al país el dinero que mantenían oculto en el exterior.

La operación estaba pensada para que suceda en el más estricto secreto pero el trabajo de algunos medios de comunicación como el portal El Cohete a la Luna de Horacio Verbitsky o la revista Noticias, lograron sacar a la luz la lista de los “beneficiados” por tal generosa decisión del macrismo.

 

Los lavadores

En ese listado se encontraba la familia Rocca y varios directivos del grupo Techint. La suma de todos ellos da un total de 11 mil millones de pesos que Paolo Rocca y sus ejecutivos pudieron blanquear sin tener que rendir cuentas a la Justicia para explicar el origen de estos fondos. De mínima se trató de fuga de capitales, aunque teniendo en cuenta que el dinero se encontraban sin declarar en el exterior, no habría que descartar sospechas mayores, como evasión o coimas.

El directivo de Techint Luis Betnaza ingresó al blanqueo de capitales promovido por el macrismo en 2016 con 61.108.616 de pesos, según un informe de Juan Amorin y Lucas Bo para El Destape. En El Cohete a la Luna se consignó que la prima (ya fallecida) de Paolo Roca, Marcela, había sincerado ella sola 6.900 millones de pesos.

Pero la lista es más extensa e incluye, como publicó Noticias al acceder a la nómina de todos los que blanquearon más de 60 millones de pesos en 2016, el nombre de otra prima de Rocca y de ejecutivos actuales y pasados del grupo como Roberto Bonatti (también pariente), Daniel Novegil, Carlos Franck, Paolo Alliata Di Montereale, Marcelo Martínez Mosquera, Guillermo Hang, Carlos Bacher, Fernando Mantilla, Fredy Cameo, Ricardo Soler y el ya mencionado Betnaza.

Entre esos ejemplos se cuenta a Bonatti, ejecutivo de Techint, responsable de legalizar 1.876.822.790 de pesos; o al directivo de Tecpetrol Martínez Mosquera, sincerando 122.657.948 de pesos; y también al vicepresidente ejecutivo Carlos Bacher por un monto de 104.315.601 de pesos.

 

Subsidios

Otro rubro por el cual las empresas se ven beneficiadas por parte del Estado, es el de los subsidios. En el caso del grupo Techint los recibía por su participación, a través de Tecpetrol, en el yacimiento Vaca Muerta, por la extracción de shale gas.

El ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis denunció en la pantalla de C5N que “Techint el año pasado cobró 300 millones de dólares en subsidios del Estado”. “Uno podría decir: «es verdad, Techint no va a tener la demanda que esperaba y esos 1.450 trabajadores probablemente no van a tener el trabajo que Techint esperaba». Bueno, pero Techint el año pasado cobró 300 millones de dólares en subsidios del Estado”, afirmó Álvarez Agis.

Además, cuando ese flujo de dinero de las arcas del Estado al grupo de los Rocca se cortó, Techint no dudó en recurrir, veloz, a la Justicia. Tal fue el caso en mayo de 2019 cuando una resolución referida al gas no convencional del gobierno macrista amenazaba cortarle los subsidios a Tecpetrol por su explotación en Vaca Muerta. El grupo demandó al país por unos 5.500 millones de pesos.

 

Fotocopias, cuadernos y coimas

El aspecto más oscuro tal vez sea el de las coimas. A principios de 2018 se iniciaba la denominada “causa de las fotocopias de los cuadernos”. Basadas en anotaciones del chofer del ex funcionario Roberto Baratta, Oscar Centeno, cuyo original nunca apareció, se detallaba el itinerario del cobro de coimas por la obra pública durante los gobiernos kirchneristas. La investigación que iniciaba para complicar políticamente a la principal fuerza opositora a Mauricio Macri, fue subiendo creciendo hasta involucrar a los principales empresarios del país.

La causa condujo a Héctor Zabaleta, ex director de administración de Techint, que estaba sindicado por Centeno como valijero de la misma. En las “fotocopias de los cuadernos” aparecen 9 visitas de Baratta en 2008 al grupo que lidera Paolo Rocca. Una de esas citas textuales decía: “Lo llevo al Licenciado a Techint, al subsuelo, donde Héctor le entregó el paquete con dinero y luego lo llevé al licenciado a su departamento”. Zabaleta fue detenido, admitió el pago de coimas, se acogió al régimen del arrepentido y fue liberado.

Ante la posibilidad de que la denuncia salpique al mandamás Paolo Rocca, salió en su defensa su mano derecha, Luis Betnaza, reconociendo que los sobornos sucedieron y que se realizaron por su expreso pedido, que el titular de Techint nada tenía que ver. Betnaza también se amparó en la ley del Arrepentido, argumentando que el dinero ilegal estaba vinculado a la expropiación de la siderúrgica Sidor en Venezuela.

Ante este escenario, a Paolo Rocca no le quedó otra que admitir los sobornos, aunque sostuvo que él “no fue cómplice ni partícipe”. “Fuimos conscientes de lo que pasaba, sí. Yo creo que sabíamos que las cosas no estaban bien. Pero creo que no fuimos ni cómplices ni partícipes de todo esto”, dijo Rocca en agosto de 2018 ante sus pares en un atiborrado auditorio porteño.

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