Boca no para. Otra vez de la mano de un exquisito, inteligente y preciso Juan Román Riquelme, el equipo de Julio Falcioni doblegó a Estudiantes 1-0, se mantiene invicto y sacó cuatro puntos de diferencia en la cima del Apertura.
Con Riquelme como abanderado, Boca fue amo y señor del juego en los primeros 45 minutos. Es que se jugó al ritmo de Román: toques, salidas rápidas por las bandas y llegadas punzantes vía Viatri y Mouche.
Poco tardó en llegar la apertura del marcador. A los 17 Riquelme habilitó a Clemente por la izquierda, quien envió el centro al corazón del área, Viatri le ganó a Albil, Mouche cabeceó, el balón rebotó en el palo y Clemente apareció como un rayo para inflar la red. Si antes Boca era más, luego agigantó la supremacía. Siempre con Riquelme como eje, haciendo jugar a Clemente y Roncaglia por las bandas y con Erviti como ladero. Como si esto fuese poco, Somoza dominaba el medio y atrás los centrales no pasaban sofocones. Es más, Boca mereció irse al descanso con un resultado más abultado, es que Riquelme hizo lucir al arquerito Silva y una nueva aparición de Clemente murió en las manos del arquero pincha.
¿Estudiantes? Fue un equipo largo, inconexo, errático y estático.
La tónica cambió poco en el complemento. Boca con el dominio del balón y Estudiantes corriendo y corriendo, sin poner en aprietos a Orion. Riquelme estuvo cerca en dos ocasiones: en la primera el arquero Silva le negó el gol de tiro libre y en la segunda el palo le dijo no tras un gran córner con mucha rosca. Luego Boca hizo rotar el balón y hasta tuvo más chances para aumentar. Sonó el pitazo de Baldassi y la Bombonera explotó. Boca ganó, sigue invicto, sacó cuatro puntos de ventajas y se escapa en la cima de la tabla de posiciones.