Sin brillar y con mucho esfuerzo, Boca volvió al triunfo, al superar por 1 a 0 a Quilmes, en un partido disputado en la Bombonera en el marco de la novena fecha del torneo de Transición.
El mediocampista Federico Carrizo, a los seis minutos del segundo tiempo, anotó el tanto de la victoria local.
Con este resultado, Boca alcanzó los 13 puntos y llega recuperado al Superclásico del próximo domingo, a disputarse en el estadio Monumental.
Por su parte, Quilmes sigue hundido en el fondo de la tabla, con solo 6 unidades y con su técnico Pablo Quatrocchi cuestionado por no poder levantar el nivel de su equipo.
Boca, que venía de perder entresemana el clásico con Racing, tuvo muchas dificultades para genera juego asociado y mostró algunas falencias en defensa, sobre todo en los centrales, dubitativos en el juego aéreo.
En el inicio, y luego de un comienzo con muchas dudas e imprecisiones, Boca logró aproximarse con peligro al arco defendido por Silvio Dulcich, sobre todo a partir de la movilidad de Carrizo, que intentaba conectar con los delanteros.
A los 11, Nicolás Colazo encaró por la izquierda, lanzó el centro, Jonathan Calleri abrió las piernas para que le quede a Andrés Chávez, que pudo sacar un remate de zurda, desviado al córner por la pierna de un defensor visitante.
De ese tiro de esquina, ejecutado por Carrizo, llegó otra jugada de riesgo a favor de Boca, con un cabezazo de Lisandro Magallán, que apareció solo en el área, pero no supo aprovechar y la pelota se fue lejos.
Cuatro minutos más tarde, otra pelota parada puso en riesgo la valla visitante, aunque otra vez el futbolista local, esta vez Leandro Marín, dilapidó la chance, y, casi abajo del arco, remate mal, por arriba, tras un tiro libre de Colazo desde la izquierda.
Después de los 20 minutos, Quilmes se animó un poco y desnudo fallas de la línea defensiva de Boca, sobre todo de los centrales, que parecían nerviosos y mostraban dificultades con los pelotazos frontales.
A los 28, Arnaldo González apareció por izquierda, en segunda jugada luego de un córner, lanzó un centro al punto del penal, donde Sergio Hipperdinger, en absoluta soledad, cabeceó en forma defectuosa.
Con el correr de los minutos, Quilmes, sin jugar tan atrás, planteaba la lucha de igual a igual en la mitad de la cancha, donde las imprecisiones eran moneda corriente.
Con Fernando Gago y César Meli lejos de su mejor nivel, a Boca le costaba mucho asociar juego y recurría con cada vez mayor frecuencia a los pelotazos, que favorecían a los centrales visitantes, Sebastián Martínez y Joel Carli.
Cuando se jugaban 42 minutos, Boca tuvo su mejor jugada del primer tiempo: Gago cedió a Meli, éste a Marín, que lanzó el centro, peinado por Chávez para Calleri, que con otro testazo obligó a Martínez a salvar sobre la línea de gol.
Ya en el complemento, y en 4 minutos, Colazo ejecutó un tiro libre de zurda desde la puerta del área, por derecha, que encontró a Dulcich bien parado y el arquero de Quilmes mandó la pelota al córner con un manotazo.
Dos minutos más tarde, un error le costó muy caro a Quilmes y Boca logró quebrar el marcador. La visita ejecutó corto un tiro libre, Meli presionó y robó, Chávez hizo una larga corrida contra Martínez, la tiró al área y allí, Carrizo sacó un zurdazo que rozó en Lucas Suárez, descolocó a Dulcich y se convirtió en el 1-0.
Con la apertura del marcador, el local pareció renacer, y tuvo algunos minutos de dominio pleno, ante un Quilmes que ahora tenía dificultades para equilibrar el juego.
Sin embargo, la reacción de Boca se diluyó en algunos minutos y Quilmes, pese a sus limitaciones, hizo sufrir al loca hasta el final, sobre todo con centros y pelotas paradas que desnudaron los problemas defensivos de los dirigidos por Rodolfo Arruabarrena.