Boca Juniors, que lleva siete encuentros sin ganar, y Lanús, único líder de la clasificación, empataron sin goles en el partido jugado en La Bombonera y que cerró el segmento dominical de la octava fecha del torneo Final.
En el marco de un encuentro apenas discreto, con escasas emociones frente a los arcos, el visitante hizo su negocio porque sacó un punto más de ventaja en lo más alto, quedando dos unidades por encima de la línea de los escoltas Newell’s (perdió ante Colón de Santa Fe) y River Plate (le ganó a Racing en Avellaneda).
Boca, por su lado, con la cabeza puesta en la Copa Libertadores, reúne una racha por demás insólita en el certamen local: lleva 7 encuentros sin ganar (5 empates, 2 derrotas).
El partido estuvo suspendido en dos ocasiones por una baja de tensión en el sistema lumínico de La Bombonera en el primer período. Pero en ambas oportunidades, el juego se reanudó rápido y concluyó, más tarde, sin mayores inconvenientes.
Lo cierto es que las luces faltaron también, dentro del campo de juego. Porque Lanús se sintió cómodo con la posibilidad de rescatar un punto y porque al local le costó encontrar precisión y contundencia en los metros finales, un déficit que ha exhibido en lo que va del certamen.
Por lo pronto, el conjunto de la Ribera dio una imagen diferente a la mostrada en buena parte del semestre, a punto tal que se erigió en un equipo sólido, compacto y sin fisuras defensivas. Inclusive ante un rival de la talla del puntero y único invicto del torneo.
Pero Boca ejecutó solamente una parte del plan (el defensivo) y luego penó con la generación de juego, más allá de que Juan Román Riquelme mostró movilidad en el arranque y de sus pies salieron las mejores jugadas.
En el segmento inaugural, Boca tuvo dos oportunidades claras. La primera, con un remate de Riquelme que se fue apenas desviado y la segunda, más nítida aún, tras una salida en falso de Diego González que le permitió a Sebastián Palacios robarle la pelota y pasársela a Nicolás Blandi, que remató a la carrera e hizo rebotar el disparo en el poste izquierdo de Agustín Marchesín.
Lanús, en esos 45 minutos iniciales, dependió de lo que, por izquierda, pudiera generar el tándem Maximiliano Velázquez-Mario Regueiro, tratando de desbordar al uruguayo Emiliano Albín. Sin embargo, al conjunto del mellizo Guillermo Barros Schelotto se le hizo difícil poner mucha cantidad de hombres en terreno adversario y casi que no inquietó a Agustín Orión.
En la segunda mitad cambió un poco el panorama, porque la visita se adelantó en el terreno e hizo circular mejor el balón. Pero, a diferencia de otros partidos, al visitante le faltó profundidad.
El nivel de juego decreció y las posibilidades frente a ambas vallas disminuyeron. Boca, con un buen rendimiento del juvenil Federico Bravo, tuvo una en los pies del ingresado Juan Sánchez Miño (que atajó Marchesín) y Lanús respondió con un disparo de Regueiro que controló bien el guardavallas local.
Así los minutos transcurrieron, el empate se selló y la igualdad quedó instalada como un resultado lógico.