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Bocacha sufrió lesiones compatibles con golpes antes de morir ahogado

Lo declaró el médico forense que examinó el cuerpo de Carlos Orellano durante el juicio a dos policías y dos patovicas que trabajaron de custodios la noche que el joven fue expulsado del boliche de la Fluvial. La causa de muerte fue “asfixia por sumersión”

La pericia forense que se realizó en el cuerpo de Carlos “Bocacha” Orellano, el joven que apareció muerto en uno de los muelles de La Fluvial dos días después de ser expulsado del boliche bailable del lugar, fue ventilada en el juicio oral y público que se sigue contra dos policías y dos patovicas acusados de homicidio. Durante su declaración, el médico que examinó el cuerpo dijo que la causa de muerte fue “asfixia por sumersión” y agregó que también presentaba ocho “infiltraciones hemáticas” que indican golpes recibidos cuando aún estaba con vida.

Bocacha tenía 23 años. Desapareció la madrugada del lunes 24 de febrero de 2020, feriado de carnaval, luego de ser expulsado del sector VIP del boliche Ming River House que funcionaba en el complejo La Fluvial. Dos días después apareció sin vida sumergido en el río, en uno de los muelles que hay debajo del bailable.

Por su muerte están acusados los empleados de seguridad Emiliano César López y Claudio Fabián Maidana, de 32 y 55 años, y la pareja de policías que esa noche hacía adicionales Karina Laura Gómez y Gabriel Julio Nicolossi, de 42 y 39 años.

La declaración del médico forense fue una pieza clave en el juicio ya que la acusación que pesa sobre los imputados es la de homicidio con dolo eventual, es decir, que sabiendo el posible resultado de muerte no hicieron nada para evitarla.

Según la acusación, Bocacha fue sacado del boliche por la parte trasera del local y luego acorralado y agredido sobre la baranda que da al río Paraná en una situación de superioridad numérica que determinó su caída al agua.

El médico forense Argentino Herrera declaró que la autopsia se realizó bajo el Protocolo de Minessotta, que se aplica cuando hay uniformados acusados, ante los tres peritos de parte (querella, Fiscalía y defensa) y un juez coordinador.

Durante su exposición, Herrera concluyó que la causa de muerte de Orellano fue asfixia mecánica por sumersión pero también reportó el hallazgo de ocho signos de lesiones en la región occipital de la cabeza, la cara lateral izquierda del cuello, la cara anterior del hombro derecho, el hemitórax izquierdo, la región lumbar, los dos huecos poplíteos detrás de las rodillas y el tercio superior del muslo izquierdo, en la parte posterior.

El médico explicó que fueron lesiones sufridas en vida que podrían haber sido producidas por golpes de puño o patadas y agregó que las infiltraciones en la zona del cuello son propias de un mecanismo de compresión directa.

Al definir el tipo de infiltración Herrera explicó que se trata de rupturas “venosas y de capilares”: lesiones que se provocan cuando el trauma es externo. También descartó que esas lesiones pudieran ocurrir como consecuencia de la caída de Orellano al agua.

Para el abogado de la familia, Salvador Vera, la declaración del perito médico aportó información consistente porque “comprueba que las infiltraciones dan cuenta de una sujeción”, y que hubo “una agresión previa a la caída al agua, lo que se condice con las declaraciones de los testigos que vieron que a Bocacha lo agarraron del cuello y lo golpearon”.

Comenzó el juicio a los dos policías y dos patovicas acusados por la muerte de Bocacha Orellano

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