Un Boeing 737 salió este viernes de pista al aterrizar en una base naval del estado de Florida durante una tormenta eléctrica y quedó flotando en un río, sin que se reportaran víctimas.
El aparato, que llegaba desde la base militar de Guantánamo, que Estados Unidos tiene en Cuba y en la que aloja bajo secreto a sus acusados de «terrorismo», iba con 136 pasajeros y 7 tripulantes. El avión terminó flotando en las poco profundas aguas de un río cercano a una estación aérea de Jacksonville. Las autoridades aclararon que todas las personas fueron evacuadas, dijeron las autoridades.
«Mientras bajábamos, el avión dio saltos, chirrió, rebotó de vuelta, viró a la derecha y luego a la izquierda», contó a la cadena CNN Cheryl Bormann, una abogada que viajaba a bordo. «Después, volvió a girar y paró de golpe», agregó. La mujer contó que algunas máscaras de oxígeno habían caído y que los compartimientos de equipaje se habían abierto.
Veintiún adultos fueron trasladados a hospitales locales, pero ninguno resultó gravemente herido, informó la oficina del sheriff de Jacksonville en Twitter. Otros fueron tratados por heridas menores en el lugar.
Un Boeing 737 con 143 personas a bordo se sale de la pista y acaba en un río en Florida. No hay heridos graves. https://t.co/oMNye4oRoc pic.twitter.com/qaYUiv7AYY
— EL MUNDO (@elmundoes) 4 de mayo de 2019
El vuelo desde Guantánamo trasladaba a personal militar y a sus familiares. El capitán Michael Connor, comandante de la Estación Aérea Naval de Jacksonville, dijo este sábado en una conferencia de prensa que era un «milagro» que no haya habido más lesiones graves ni muertes.
La única preocupación de las autoridades era la desaparición de algunas mascotas que se encontraban en la bodega de equipaje y no fueron encontradas.
Las autoridades federales de seguridad del transporte abrieron una investigación sobre las causas del incidente de este avión, un 737-800 de 18 años, un modelo más antiguo que el 737 Max que fue inmovilizado por Boeing tras dos accidentes mortales.