El secretario de Control y Convivencia Ciudadana Pablo Seghezzo consideró urgente la modificación de la ordenanza Nº 7218 de Espectáculos Públicos y dijo que una de las pautas que propondrán desde el Ejecutivo es que “alrededor de una hora antes del cierre de las confiterías bailables se deje de vender bebidas alcohólicas para que la gente salga con un nivel menor de alcohol en sangre”.
El anuncio por parte de sus dueños del cierre definitivo de la mítica disco-bar La Luna, ubicada en Tucumán 971, reflotó la discusión sobre la necesidad de reformar la norma que data de 2001 y sobre la cual la mayoría de los concejales aseguran que “está vetusta y no se adapta a los cambios sociales y culturales”.
“Hay que ir adaptando la norma y también prever qué se hace con los menores y que a los mayores de 18 años se les corte la venta de alcohol una hora antes del cierre (alrededor de las 4 de la madrugada). Creo que eso va ayudar”, agregó Seghezzo.
Desde que asumió al frente de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana, a fines de noviembre de 2013, el funcionario detalló que se ha trabajado en las inspecciones “internas y externas” de los boliches. En lo primero, “haciendo puntos fijos los fines de semana, lo que hace que no se exceda el factor ocupacional”. Es decir, que cada local cumpla con el cupo de gente que por habilitación tiene permitido. Dentro de los controles que le compete al área está, además, revisar que se encuentren en orden las salidas de emergencia como también los sistemas de matafuegos y la protección eléctrica del cableado para evitar que alguna descarga genere un foco de incendio.
En tanto, sobre la seguridad externa el funcionario explicó que junto a la Guardia Urbana Municipal (GUM) atienden lo referido a la desconcentración a las salidas de los boliches.
“En esa temática venimos trabajando porque hace a la seguridad, tanto de la gente que se va a divertir y de los vecinos”, agregó.
Desde el Concejo Municipal, el edil del PRO, Carlos Cardozo, sostuvo que aún falta mucho en materia de seguridad urbana a la salida de las confiterías bailables. También coincidió con que es imperiosa la reforma de una nueva ordenanza que regule el funcionamiento de los locales nocturnos, sobre lo que destacó que tras la presentación de un anteproyecto presentado en octubre pasado por sus pares Jorge Boasso, Osvaldo Miatello, Diego Giuliano y Roy López Molina (ver aparte) no hubo consenso para su tratamiento en sesión. No obstante, el bosquejo de la norma se encuentra actualmente en las comisiones de Gobierno, Seguridad y Producción a la espera de sus correspondientes despachos.
“Es todo tan difuso que termina siendo perjudicado el que quiere diversión, el vecino y el empresario. Todos los actores de alguna u otra manera resultan afectados”, señaló Cardozo sobre la ordenanza vigente.
Además, el concejal hizo hincapié en que “faltan controles” y que a raíz de ello se producen todo tipo de conflictos que se dan, en especial, en la zona céntrica de la ciudad.
En este sentido, el edil marcó “varios puntos rojos” que habitualmente son escenarios de peleas o descontrol y marcó las zonas de Presidente Roca y Santa Fe en la que están los boliches Gitana, María y Bogart; la de Mitre y Zeballos en donde antes funcionaba la mega disco gay Gótika que ahora abre sus puertas para los amantes de la música electrónica.
“Tucumán al 1000 también es una zona de conflicto, aunque no por los concurrentes de Luna sino de Kubrick”, subrayó.
“O se toman las medidas preventivas que correspondan o evidentemente la Municipalidad no le puede encontrar la vuelta. Debería haber una acción conjunta entre los dueños de los boliches y la Municipalidad, en donde las dos partes sean responsables de la convivencia”, dijo Cardozo y señaló un caso extremo en que los dueños de un hotel ubicado en Entre Ríos y cortada Ricardone se quejaron en el Concejo porque “perdieron clientes” debido a los ruidos ocasionados por los jóvenes que van a bailar a Free Pass, ubicado en Rioja al 1200, a media cuadra del alojamiento en cuestión.
Diego Giuliano, quien preside la comisión de Seguridad del Concejo explicó ayer que una de las modificaciones propuestas en el anteproyecto de una nueva ordenanza que regule los locales bailables, tanto para menores como mayores, es la instalación, de carácter obligatorio, de cámaras de videovigilancia dentro y fuera de los locales.
“Hay una cantidad notoria de muertes y también antecedentes de homicidios y violencia a la salida de los boliches que se deben prevenir y es por ello que planteamos algunas pautas como es el funcionamiento de un sistema de cámaras que registren lo que ocurre en el interior de las confiterías bailables y en la cuadra en donde están ubicadas”, sostuvo.
Finalmente, Giuliano recordó que la intención de la norma que está en estudio en las comisiones de trabajo “piensa una noche segura donde los propietarios no sólo se ocupen de la seguridad interior sino también haya condiciones de seguridad en el entorno”. Además, enfatizó en la necesidad de que “desde el Ejecutivo se mejore la frecuencia del servicio público de transporte en coordinación con el final de la noche y en función de los casi 70 mil jóvenes que hay en las calles al cierre de las confiterías bailables”.
Un proyecto con varios interrogantes
El proyecto de modificación de la ordenanza 7218 de Espectáculos Públicos presentado a fines de octubre del año pasado por los concejales Roy López Molina, Jorge Boasso, Osvaldo Miatello y Diego Giuliano consta de 39 fojas y busca “simplificar los rubros”, como también mejorar los protocolos de actuación, que haya registros de oposición de vecinos, horarios de apertura y cierre específicos para confiterías bailables y controles en el cupo de personas de acuerdo a cada habilitación, entre otros aspectos.
No obstante, en el bosquejo de norma presentado por los cuatro ediles, el artículo 13º denominado “De los anexos gastronómicos”, sin discriminar si la propuesta está dirigida a negocios a los que estrictamente asistan menores, se estipula que “los locales comprendidos en la presente ordenanza podrán prestar anexo de servicio gastronómico siempre que así haya sido peticionada la habilitación. A los efectos de la prestación de estos servicios deberán destinar espacios fijos para mesas y sillas que serán denunciados al momento de la presentación de la respectiva solicitud de habilitación. En aquellos espacios el factor ocupacional será de tres personas por cada dos metros cuadrados de superficie útil. En todos los casos deberán cumplimentar con las condiciones bromatológicas y constructivas que surjan de la normativa vigente al momento de la presentación. Queda prohibido para todos los locales que se habiliten conforme la presente ordenanza, con excepción de los salones de fiestas, la venta, expendio o promoción de bebidas alcohólicas, cualquiera sea su graduación, en las siguientes modalidades: barra libre: (se entiende por tal a la entrega ilimitada de bebidas ya sea en forma gratuita o mediante el pago de un precio fijo previamente concertado); concursos y/o competencia cuyo objeto, medio o fin sea el consumo de bebidas alcohólicas; el suministro de bebidas alcohólicas en vasos, copas o similar, que superen 350 mililitros de capacidad (…)”.