La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudc) informó ayer que Bolivia redujo la superficie de cultivos de coca de 23.000 a 20.400 hectáreas en el período 2013-2014, con una reducción del 11 por ciento con lo que alcanza la menor cifra registrada desde 2003.
“La superficie cultivada es la más baja de los últimos 12 años”, precisó Antonino De Leo, representante de Onudc en Bolivia, en la entrega del reporte anual de producción de coca, acto al que asistió el presidente boliviano Evo Morales.
De Leo explicó que para elaborar el reporte anual de ONU se emplean GPS de doble frecuencia e imágenes satelitales de alta resolución.
El funcionario planteó al gobierno boliviano elaborar un nuevo estudio de rendimiento de coca, y otro del factor de conversión de la hoja de coca en cocaína.
Naciones Unidas, por otra parte, en su reporte anual estableció que existen 69.000 hectáreas de coca cultivada en Colombia, 42.900 en Perú y 20.400 en Bolivia. Los tres países andinos son los mayores productores mundiales de coca, materia prima de la cocaína. En el período 1998-2005 se logró reducir la superficie de cultivo en Bolivia en 80.514 hectáreas mediante el programa de erradicación forzosa, que generó enfrentamientos entre militares y productores de coca.
Entre 2006 y 2014, a partir de los gobiernos del presidente Morales, se erradicaron 75.370 hectáreas de cultivo con un programa de control social y de manera voluntaria.
El consumo de las hojas de coca, que es la materia prima de la cocaína, se permite en Bolivia para uso medicinal y ritual, aunque la ley antidroga del país establecía un límite de cultivo de hasta 12.000 hectáreas (tope luego amliado) y la prohibición de cultivar coca en 22 reservas ecológicas.
La Unión Europea financió un estudio sobre el consumo legal de las hojas de coca en el país sudamericano, publicado en noviembre de 2013, que estableció que tres de cada 10 bolivianos consumen coca para fines medicinales o rituales y apuntó la necesidad de cultivar 14.700 hectáreas para satisfacer la demanda legal de este producto.
Una ley de 1988 permite la siembra legal de hasta 12.000 hectáreas para consumo tradicional y en 2005 un acuerdo permitió elevar el tope a 20.000 hectáreas. El gobierno actual dijo que ese sería el nuevo techo de la producción legal.