El gobierno de Jair Bolsonaro calificó este lunes de “antipatria” a la cineasta brasileña Petra Costa, candidata al premio Oscar de la Academia de Hollywood al mejor documental por Al filo de la democracia, que fustiga el proceso de juicio político que derrocó a la presidenta Dilma Rousseff en 2016.
La ex mandataria respaldó a la cineasta, cuya nominación al Oscar generó una gran polémica sobre si el documental exhibido por la empresa estadounidense Netflix representa una pieza periodística o una mirada personal.
Por su parte, el gobierno actual de Brasil reaccionó contra Costa porque ella declaró al canal de tevé público estadounidense PBS que Bolsonaro “alienta la deforestación amazónica” al respaldar la tala para la agricultura y la minería en la selva sudamericana.
En las redes sociales, a su tiempo, la Secretaría de Comunicación de la presidencia brasileña opinó: “Sin la menor noción de respeto por su nación y por el pueblo brasileño, Petra afirmó que la Amazonia iba a convertirse en una planicie y que el presidente Bolsonaro ordena asesinatos de afrodescendientes y homosexuales. Es increíble”.
En otro posteo en Twitter, el gobierno dijo que Costa, “asumió un papel de militante anti Brasil y está difamando la imagen del país en el exterior, pero estamos aquí para mostrar la realidad. No crean en la ficción, crean en los hechos”.
Costa muestra en el documental el momento en que el entonces diputado Bolsonaro votó a favor del impeachment defendiendo al torturador más famoso de la última dictadura militar brasileña, el coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra.
Rousseff, presidenta de Brasil entre 2011 y 2016 e integrante del Partido de los Trabajadores (PT), la agrupación del también ex mandatario Luis Inácio Lula da Silva, denunció este lunes que el gobierno “usa la máquina pública para incitar el odio contra una artista”.
“Pero Petra nos llena de orgullo por ser mujer, talentosa y haber hecho un film que desenmascara el golpe del impeachment ilegal de 2016 que llevó a Brasil al desastre llamado Bolsonaro”, dijo Rousseff.
A la polémica sumó su voz el animador televisivo Pedro Bial, de la TV Globo, biógrafo del magnate de los medios Ireneu Marinho, fundador de ese conglomerado de medios, quien definió a la candidata al Oscar como “una niña insegura que busca la aprobación de los padres”.