Los investigadores del robo al Banco Provincia ocurrido el fin de semana en el barrio porteño de Belgrano creen que la banda que saqueó 136 cajas de seguridad estuvo conformada por no menos de 10 personas que cumplieron distintos roles, y que los ladrones que ingresaron al tesoro fueron tres y actuaron con pasamontañas.
Los pesquisas aún no encuentran explicación a por qué los delincuentes esperaron hasta último momento (anteayer a las 7), para llevarse el botín, teniendo en cuenta que el viernes 31 de diciembre ya estaban dentro del tesoro y quedaron filmados por las cámaras de seguridad.
Por otra parte, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, pidieron que se investigue “por qué no se tomaron recaudos” cuando se activaron las alarmas del banco, y pidieron que se mejore el sistema de protección de las cajas de seguridad.
Es que el 30 de diciembre sonó por primera vez la alarma antisísmica y lo mismo ocurrió en dos oportunidades el domingo 2 de enero, pero los policías de la comisaría 33ª que concurrieron al lugar miraron desde la calle hacia dentro del banco, no vieron nada extraño y se retiraron.
En tanto, el presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires (Bapro), Guillermo Francos, aseguró que la entidad “va a responder” por lo que la gente tenía en las cajas robadas, y que en los próximos días comenzará a “conversar con cada cliente”.
“El Banco Provincia va a responder por lo que ustedes tenían ahí, lo que sea, porque por ahí hay cosas que hoy son irremplazables”, afirmó el titular del Bapro, quien aclaró que quiere “llevar tranquilidad a todos los clientes, que no existe un tope en el contrato, solamente el de la lógica”.
Fuentes judiciales aseguraron a Télam que la banda delictiva que concretó el robo tenía una infraestructura “muy importante” y soporte económico suficiente, al punto que alquiló un local en el que comenzaron a cavar el túnel, por el cual se pagó 13 mil pesos por mes desde julio pasado.
Las cámaras del banco registraron que el 31 de diciembre los delincuentes ya habían logrado acceder al banco. “Se los ve adentro y ya empiezan a trabajar sobre las cajas de seguridad, pero no se llevan nada, sino que esperan hasta el lunes para llevarse todo”, dijo una fuente con acceso al expediente.
Los ladrones que ingresaron al edificio de Cabildo 1999 fueron tres, que actuaron con pasamontañas y utilizaron amoladoras y sopletes para forzar las cajas.
“En las imágenes de las cámaras de seguridad se ve en la oscuridad el fogonazo que provocaban los sopletes y las amoladoras de los delincuentes. Con la claridad de los fogonazos se veía que las tres personas tenían pasamontañas”, dijo un investigador, quien aclaró que uno de los pasamontañas quedó dentro del boquete.
Luego, las cámaras de seguridad del exterior del banco registraron el momento en que al menos tres hombres suben unas 11 bolsas negras con el dinero y las joyas robadas a una camioneta Renault Kangoo blanca, y otros dos que escapan caminando.
“No sabemos si los que robaron dentro del banco son los mismos que luego suben el dinero a la camioneta. Pero lo que sí está claro es que la banda no estaba conformada por tres o cuatro personas, sino que tenía una infraestructura muy importante”, dijo la fuente consultada.
Los investigadores hacen mención a que hubo otros integrantes de la banda que fueron quienes alquilaron el local de la avenida Cabildo 1971, donde comenzó el boquete, y otros que fueron quienes aportaron los planos para llegar al tesoro y unos más que elaboraron el túnel.
Fuentes judiciales mencionaron que el local de Cabildo 1971 fue alquilado en julio pasado por una persona que concurrió con dos garantes a una inmobiliaria y por el cual pagó desde entonces 13 mil pesos por mes.
El fiscal de instrucción Martín Niklison escuchó ayer las declaraciones del dueño del local y del empleado de la inmobiliaria que realizó el alquiler, mencionaron fuentes de la investigación.
Ahora, el fiscal está abocado a determinar el paradero de las personas que aparecen en el contrato de alquiler, aunque todo hace presumir que los documentos presentados, tanto del que lo alquiló como de los garantes presentados, sean falsos.
Por otra parte, los investigadores confirmaron que en el trayecto del boquete quedaron algunos objetos y dinero robados de las cajas de seguridad, aunque no se sabe si los intrusos los olvidaron o los abandonaron intencionalmente. “Quedaron pasaportes, chequeras, un sobre con billetes de 100 dólares y joyas”, contó un investigador.
La principal sospecha apunta a que el boquete comenzó a realizarse semanas atrás, aunque el trabajo fuerte comenzó el fin de semana de Navidad, cuando el movimiento en la zona mermó. “Es probable que los trabajos fuertes hayan sido realizados del 23 al 26 de diciembre y del 30 de diciembre al 2 de enero”, dijo un jefe policial, quien aseguró que “de ninguna manera se tarda seis meses en realizar este tipo de boquetes”.
Los pesquisas ya tienen la patente de la camioneta utilizada por la banda para escapar, que no coincide con una Kangoo. En tanto, las cintas de las cámaras de seguridad del banco fueron remitidas a la División Apoyo Tecnológico de la Policía Federal, donde intentarán acercar los rostros para tratar de identificar a los sospechosos.
