A un mes y medio de la asunción de Omar Perotti al frente de la Casa Gris, el ministro de Gobierno Esteban Borgonovo hizo un primer balance sobre la incipiente gestión. Con todas las fichas puestas “en la orientación del gobierno nacional”, sostuvo que para la provincia el principal desafío es “prepararnos para crecer” y para ello es necesario “ordenar las cuentas”.
En ese marco, el gobierno insistirá ante la Legislatura por la declaración de las emergencias social, alimentaria, económica y en seguridad. Pero no será del mismo modo que en diciembre, ocasión en que el Frente Progresista hizo valer su mayoría en la Cámara de Diputados para rechazar el paquete de leyes: esta vez el Ejecutivo incorporará el congelamiento de las tarifas de luz y agua por seis meses y una ayuda excepcional para municipios y comunas. El gobierno confía en que esos aditamentos destrabarán las negociaciones, que comenzaron la semana pasada con intendentes y legisladores y seguirán esta semana con organizaciones de la producción y representantes gremiales.
En una extensa charla con El Ciudadano, Borgonovo repasó la gestión área por área y planteó que, superada la crisis, en lo estratégico el gobernador Omar Perotti “tiene una obsesión con que Santa Fe se ponga a la cabeza de un polo científico y tecnológico vinculado a la producción”. De esa forma, el funcionario confía en que se podrá cumplir con uno de los lemas de la campaña: despertar al gigante.
—¿Esperaban un inicio de gestión tan complicado?
—La verdad es que la transición no fue buena, es un hecho notorio. Y eso hizo que tuviéramos un retraso para tomar contacto con el estado en que recibimos la provincia y hacer un diagnóstico de cada área. Y también nos retrasó, en términos políticos, porque postergó un diálogo que creo que es imprescindible, con propios y extraños.
—¿Por qué no fue buena la transición?
—Está a la vista. Tomemos como base un hecho inédito en la historia institucional de Santa Fe: que el gobernador que recién ingresa no pueda elaborar su propio presupuesto. Me parece que eso es demostrativo de una falta de mínimos acuerdos institucionales.
—Previo a eso hubo varias reuniones, aunque con pocos avances…
—Exactamente. No fue buena la transición porque no dio sus frutos. La verdad es esa.
—El diagnóstico de Perotti es asemejar la provincia con un “gigante dormido”, supuestamente por un potencial económico que no se termina de desplegar. ¿Con qué estrategias buscarán conseguir ese objetivo?
—Obviamente no hay ninguna posibilidad de que una provincia crezca si el contexto nacional es tan malo como el de los últimos años. Santa Fe sufrió el achicamiento de la economía, la caída de la recaudación tanto nacional como propia, la pérdida de empleo… El horizonte era malo. Ahora tenemos el desafío de prepararnos para crecer. Nosotros confiamos mucho en la orientación del gobierno nacional. Nos parece que se está haciendo todo lo que había que hacer, hay una prioridad de atacar los problemas más urgentes (el hambre, la salud) y a la vez que la economía vuelva a crecer con cierta salud. Esto tiene que ver fundamentalmente con desindexar la economía. Hay que ir dejando atrás mecanismos indexatorios que traen la inercia de una inflación tremenda contra recursos que de ninguna manera crecen en la misma proporción. Para crecer tenemos que ordenar las cuentas y salir de estos desequilibrios financieros. Venimos con un atraso importante en el pago a proveedores y en muchos casos son pequeñas y medianas empresas que dependen de esos pagos para financiarse. Lo primero que el gobernador planteó es ordenar la provincia. Por eso los pedidos de leyes de emergencia, las autorizaciones para garantizar fondos para la alimentación, la salud, los municipios y comunas que también están en una situación de dificultad financiera. Hay que ordenar las cuentas, pero no por una definición ideológica; ordenar las cuentas es previo, no es un fin en sí mismo, sino la condición que hace posible que las políticas públicas sean sustentables.
—Y una vez que eso se logre, ¿cuáles son los planes para que crezca la economía?
—El gobernador ha definido como prioridad lo social, llegar dónde hay más urgencias y garantizar que no haya hambre en Santa Fe, que la atención en salud no solo se mantenga sino que se extienda, que no haya ningún chico que pierda la posibilidad de finalizar la escuela secundaria. Hay una impronta muy fuerte en el plano social. Y en el plano productivo la decisión es llevar todo el alivio posible a las pequeñas y medianas empresas para que su estructura de costos, todo lo que dependa del Estado provincia, acompañe este proceso de prepararse para crecer. La primera parte ya la logramos con la actualización tributaria, porque prorrogamos la estabilidad fiscal para que las pymes no tuvieran modificaciones en los impuestos. Y ahora estamos trabajando en las leyes de emergencia donde es muy probable que esté garantizado el congelamiento por 180 días de las tarifas de luz y agua, tanto para los hogares como para las empresas, eso es gran un alivio. Después, en lo estratégico, el gobernador tiene una obsesión con que Santa Fe se ponga a la cabeza de un polo científico y tecnológico vinculado a la producción. Tenemos institutos de primer orden, pero falta una mayor vinculación de toda esa capacidad hacia las empresas de Santa Fe. Esa es una definición estratégica que ya está tomada.
—¿Y en lo político?
—Alinearnos con la estrategia nacional. Por la privilegiada relación que tiene Santa Fe con la Nación, eso va a ser de mucho provecho para la provincia.
—Perotti menciona que es clave desarrollar la economía del conocimiento. ¿En qué áreas específicas y con qué herramientas?
—En todas las áreas donde el conocimiento pueda influir. Hoy prácticamente no hay área en la que la ciencia no sea protagonista. Como se decía en otros años, hoy hay más ciencia en una semilla que en una máquina. De tal manera que el campo para explorar es ilimitado.
—Para lograr las leyes de emergencia, ¿el gobierno ensaya un cambio de estrategia?
—Más que de estrategia, hay un cambio en la situación de la provincia. La realidad es la que nos va ordenando. Hoy está todo más expuesto. Hay un montón de actores, por ejemplo los intendentes, que han puesto de manifiesto la situación por la que atraviesan. Necesitamos las herramientas que nos dan las emergencias para poder ayudar a los intendentes, a los presidentes comunales y también a los sectores productivos y a los trabajadores.
—¿Qué va a pasar con la deuda de la Nación?
—Vamos a seguir reclamando. No hay ninguna duda de eso. Y no solo reclamamos la deuda histórica (por coparticipación), sino que empezamos a cobrar la deuda corriente. El presidente, como expresión de la buena relación que tiene con Santa Fe, tuvo un gesto muy importante y se comprometió a saldar la deuda corriente de la Ansés correspondiente a 2019. Y en lo que hace a la deuda histórica, vamos a defender los intereses de la provincia, pero hasta que no tengamos una cifra precisa no podemos saber cómo y cuándo la vamos a cobrar.
—¿Con qué idea van a encarar las paritarias?
—Estamos alineados con las definiciones que el gobierno nacional está tomando sobre el tema. Hay que desacoplar la economía de los mecanismos indexatorios. Si lo ponemos en un cuadro, hay una línea que sube que es la inflación y otra línea que baja que es la recaudación. Es imposible que sigamos planteando una política salarial sobre la base de mecanismos indexatorios como la cláusula gatillo. Hay que trazar una raya garantizando los legítimos reclamos de los empleados para recomponer sus salarios, eso está fuera de toda duda, pero buscando mecanismos que nos permitan hacer una recomposición salarial sustentable en el tiempo.
—¿Cuál es el punto de equilibrio entre todos esos factores?
—Nosotros no estamos pensando en que el salario pierda, estamos pensando en recomponerlo de una forma que no necesariamente traiga aparejada la inercia inflacionaria. Será con sumas fijas, con porcentajes a cuenta… Lo que hay que hacer es establecer una nueva política salarial para esta etapa de la economía del país.
—¿Van a esperar entonces definiciones del gobierno nacional?
—Todas las provincias vamos a tomar como referencia las paritarias nacionales. Después vendrá la discusión propia a nivel local.