Enrique Borrelli asumió como coordinador de las inferiores de Newell’s a fines de 2018, en reemplazo de Martín Mackey, y en un poco más de un año, logró un cambio muy importante, no sólo en los resultados, sino además, en la forma de trabajar, muy elogiada por muchos, que incluso la comparan en sus ideas con la era de oro de la cantera leprosa bajo la tutela de Jorge Griffa.
Obviamente la pandemia del coronavirus generó un cambio de planes drástico en inferiores. Es posible que el año deportivo no se dispute, y hubo que readaptar todo. La prioridad fue seguir de cerca a los casi 400 juveniles de inferiores, en lo psicológico, lo físico y también en lo social. Y además se trabajó en cambios en la forma de trabajo, incluso con captación online de juveniles de cara al futuro.
“Estamos adaptándonos al momento que está viviendo el mundo. Dividimos el club en dos. De reserva para abajo estamos nosotros, con cada entrenador como líder en cada categoría. La idea es estar cerca de los chicos, ver sus necesidades de todo tipo, y prepararnos para cuando se pueda volver a entrenar. Priorizamos reserva porque puede volver antes”, explicó Borrelli en diálogo con el programa “Sello de Fútbol”.
Charlas diarias vía skype o videollamadas, entrenamientos vía Zoom, consultas personales con nutricionistas y psicólogos, el Covid-19 obligó a un cambio de planes y la tecnología ayudó a no perder contacto con los juveniles.
“Estamos poniendo énfasis sobre todo en lo mental. Trabajamos mucho con Zoom, programamos entrenamientos y charlas diarias. Buscamos adaptar el trabajo de cada chico al espacio que dispongan. Unos tienen un patio más grande, otros un balcón, algunos poco y nada. Y notamos que después de las primeras siete semanas había un desgaste del chico, por eso le dimos una semana libre. Cuando haya que volver a competir hay que hacerlo de la mejor manera”, contó.
Un tema que también preocupó a Newell’s fue la situación social de los juveniles en esta cuarentena, ya que muchos pertenecen a estratos sociales de clase media o baja. Por eso el club armó un grupo de trabajo para este seguimiento, encabezado por Marcelo Egido.
“El club se movió rápido con este tema. La dirigencia puso a nuestra disposición lo que necesitáramos. Por suerte, por ahora sólo tuvimos 8 casos donde hubo que acercarse con ayuda, fundamentalmente con el tema alimentación. Uno nota que a pesar de la crisis, las familias han sido muy responsables con los chicos que están en inferiores y buscaron que estén bien. Tuvimos un caso de un chico que por condiciones familiares estaba en una situación difícil, y lo trajimos a la pensión, que se abrió para contenerlo y darle un lugar”, confió, dejando en claro que el club sigue muy de cerca a los juveniles.
Un tema que también abordó Borrelli fue la captación online que hizo el club, pidiendo videos de 5 minutos con imágenes de partidos reales, para seleccionar algunos chicos y luego tomarles una prueba real en el Centro Deportivo Griffa.
“Lo hicimos para las categorías 2007 y 2005 como prueba piloto. Y lo más extraordinario fue que el jugador que nos gustó mucho fue un chico del sur del país, que por error mandó video porque es 2008. Por suerte lo vimos igual y ya nos pusimos en contacto con la familia para que apenas se pueda, venga a hacer una prueba real”, explicó.
Y agregó una anécdota que muestra cómo todos los clubes trabajan igual a pesar de la cuarentena. “También vimos dos 2011. Son chiquitos aún, pero ya nos contactamos con las familias para que vengan a probarse. Y a los pocos días también los contactaron de River. Por suerte los convencimos de que primero vengan a Newell’s”, comentó.
En ese sentido, Borrelli también hizo mención a la posibilidad de venta de Juan Ignacio Sforza, un juvenil de 18 años que está en la mira de Barcelona y clubes italianos. “Lo de Sforza es parecido a lo que nos pasó con Enzo Barrenechea (vendido en 2,5 millones de euros a Juventus). Por supuesto que pusimos nuestra impronta, pero también debemos agradecer a los que trabajaron antes que nosotros, como Mackey, Picerni o Garfagnoli, porque nos dejaron buenos jugadores. Cuando lo vieron a Barrenechea, Juventus nos dijo que le faltaban kilos. Batimos un récord en aumento muscular en siete meses sin tocar sus posibilidades de jugar y se lo pudo vender”, indicó.
Y continuó: “A los dirigentes les dije que no me preocupaba que se vaya Barrenechea porque en esa posición hay varios jugadores. Lo mismo pasa con Sforza. Es un jugador de selección, va adelantado para su edad, tiene mentalidad de profesional. Hoy vamos acelerando el crecimiento de Sforza. Pero lo que haga el club estará bien. Yo creo que siempre la prioridad es el club, antes que ninguna otra cosa. Pienso y deseo lo mejor para el club y luego para el jugador. Apoyaré la decisión de venta o de continuidad, siempre que sea lo mejor para Newell’s”.
Borrelli tiene contrato hasta diciembre, pero la dirigencia le propuso prorrogarlo por dos años más. “Tengo que ser un agradecido a Newell’s, he caído como un hijo de la casa. Estoy feliz, cómodo en el club más grande del interior y me gustaría quedarme. Va a depender de las elecciones de fin de año, por eso no quise firmar el contrato de dos años más que me ofrecieron”, aclaró.
Y amplió su concepto: “Nunca me metí en actos eleccionarios y no lo voy a hacer ahora. Sólo debo reconocer que Cristian D’Amico y Juanjo Concina me dejaron trabajar muy cómodo. Es un club donde da gusto estar. Si ganan seguiré porque les di mi palabra. Con otros no he hablado”.
Por último, el coordinador de inferiores leprosas se mostró agradecido con los hinchas, y también con tener al lado a Jorge Griffa. “En el club hay un gran sentido de pertenencia. Lo noto adentro, con los jugadores, con los ex jugadores, algunos trabajando con nosotros o dando charlas a los chicos, y también con la gente. Y además tenemos al Maestro Griffa, que es una ayuda extraordinaria y un gran honor que nos acompañe”, concluyó.