En una jornada marcada por el fallecimiento de un ícono de la NBA y de Los Ángeles Lakers como fue Jerry West, Boston dio un paso casi definitivo para lograr el título de esta temporada. Los Celtics se impusieron por 106-99 en un partido con mucho más drama que los dos jugados en Massachussetts y ahora tienen una ventaja de 3-0 que los deja muy cerca de su primer título desde 2008.
Las razones: los triples de Derrick White y el trabajo de Jrue Holiday y Al Horford en un partido en el que se ausentó Kristaps Porzingis por la lesión en la pierna izquierda, más el extra de Sam Hauser y la tarea Jayson Tatum y de Jaylen Brown.
Tatum sumó 31 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias con apenas dos pérdidas, y Brown fue de nuevo la figura del partido con 30 tantos, 8 rebotes, 8 asistencias y varias acciones clave. Jaylen parece ir posicionándose como el favorito para quedarse con el MVP de las Finales, como ya lo hizo en la definición del Este.
Por el lado de Dallas, la clave pasó por la salida de Luka Doncic por seis faltas a 4m12 del final, cuando unos Mavericks que perdían por 21 puntos al inicio del último cuarto habían achicado la diferencia a una posesión. Luego, con Irving manejando los hilos y Lively sumando en la pintura, Dallas intentó continuar peleando pero no le alcanzó.
Doncic terminó con 27 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias y hoy si respondió a la altura Kyrie Irving con 35 puntos lanzando 4-6 en triples, pero más allá de los arrebatos de energía cuando empezó el partido -parcial inicial de 19-9- y cuando ya parecía todo perdido, Dallas volvió a lucir como un equipo muy inferior a Boston, de menos herramientas y también de menor capacidad física.
La temporada se puede terminar el próximo viernes si los Celtics ganan en Dallas. A Dallas ya solamente le queda soñar con ser el primer equipo de la historia en remontar un 3-0 en playoffs.