El ministro de Economía, Amado Boudou, instó a los países de la región a aprovechar la oportunidad que se presenta «ante la crisis de los países desarrollados», para impulsar «soluciones propias y generar institucionalidad».
En un desayuno que los representantes de países de la región mantuvieron con el Director del Hemisferio Occidental del FMI, Nicolás Eyzaguirre, Boudou pidió enfrentar la crisis de las naciones desarrolladas con «soluciones propias».
«Con el crecimiento con inclusión sostenido que estamos teniendo, tenemos una oportunidad de generar soluciones propias, generar institucionalidad para nuestros países, que nos permita tomar políticas concretas acomodantes» a la realidad actual, señaló.
El ministro argentino dijo estar «impresionado» por la situación «de vuelo hacia la calidad» de los capitales, «pero al revés», ya que hoy «el país en problemas es Estados Unidos, y sin embargo hay más del 30% de activos que emite EEUU en reservas internacionales en los bancos centrales».
En este sentido, alentó a generar una «respuesta regional», que es «una oportunidad que no debiéramos desperdiciar, sin perder de vista las luces amarillas» del escenario de la crisis actual.
Boudou compartió un desayuno donde sus pares expresaron la realidad que vive cada país ante la crisis, y cómo se encuentran enfrentado los problemas de la coyuntura.
Durante el encuentro, que se extendió por más de una hora y media, Eyzaguirre, consideró que, pese a la coyuntura de baja en los precios de los commodities, «la situación no es como ocurrió tras la caída de Lehman».
Eyzaguirre pronosticó que los precios de los commodities no van a caer tanto como en aquella oportunidad. Y que, «es una posibilidad» que los capitales se reacomodarían nuevamente hacia los emergentes, que por estos últimos días están padeciendo la incertidumbre que genera la crisis de deuda europea.
Algunos, como México y Colombia, expusieron las medidas implementadas de «consolidación fiscal» que pregona el FMI y se mostraron preocupados por los flujos de capitales.
Brasil, en tanto, trazó un diagnóstico crudo de la realidad, tomando una línea más parecida a la de Argentina en cuanto a las líneas de acción propias.
Consideró que «la solución política de Europa y Estados Unidos» a la crisis, «es más complicada, porque existe un problema de confianza», indicó.
Los países emergentes «conocemos las película hace más años, creo que tenemos que enfrentar la situación», alentó el funcionario brasileño.
Asimismo, alertó sobre el problema de que no se conoce la exposición pura de los bancos sobre la deuda europea, lo que puede inyectar más leña al fuego a la incertidumbre actual.
Sobre la acciones recientes que tomó Brasil, indicó que se tomaron medidas macroprudenciales para alertar a los distintos sectores lo que sucede, y se intervino el mercado «para disminuir la volatilidad del real» -que finalmente quedó «estabilizado» en 1,83 dólares-, con el objetivo de proveer de liquidez en el plazo que sea necesario».