El vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, deberá presentarse hoy a las 11 en los tribunales federales del barrio porteño de Retiro, donde será indagado por el juez federal Ariel Lijo, en el marco de la causa por supuesto tráfico de influencias en el salvataje de la imprenta Ciccone Calcográfica.
Por primera vez en la historia argentina un vicepresidente será indagado durante su mandato institucional y podría ser también el primero en quedar procesado en una causa penal.
Boudou, imputado por negociaciones incompatibles con la función pública, iniciará la ronda de interrogatorios a acusados por el caso de la imprenta Ciccone, por el que serán indagadas otras cinco personas, entre ellas José María Núñez Carmona, socio y amigo del vicepresidente, y Nicolás Ciccone, cofundador de la compañía.
Pedido de nulidad
La defensa del vicepresidente tiene presentado un pedido de nulidad del llamado a indagatoria al que el juez Lijo dispuso darle trámite, corriéndole vista a las partes para que opinen antes de resolver.
El fiscal Jorge Di Lello tiene tres días para decidir sobre el planteo y luego la defensa podrá apelarlo si el juez lo rechaza, por lo que el pedido de nulidad estará vigente para la indagatoria de mañana.
La ley establece que la indagatoria se puede tomar a pesar de que existan nulidades planteadas por cualquiera de las partes intervinientes en la causa.
Por TV
Boudou había pedido televisar la indagatoria y le ofreció al juez Lijo su despacho del Senado para hacerlo, pero el magistrado rechazó el planteo porque el artículo 204 del Código Procesal Penal establece que el expediente será “secreto para los extraños”.
“No me caben dudas de que Lijo me va procesar. Ya el juez se lo dijo a (el diario) La Nación”, remarcó Boudou en declaraciones al programa 6, 7, 8 de la TV Pública y evaluó que el trámite dispuesto por el magistrado “en esa mezcla de llamado a indagatoria y auto de procesamiento”, era un “mamarracho”.
La acusación
Boudou fue citado a indagatoria acusado de haberse quedado con la empresa Ciccone para hacer negocios con el Estado utilizando su cargo de ministro de Economía, con la participación de su amigo Núñez Carmona y de Vandenbroele, titular del fondo que se quedó con el 70 por ciento de Ciccone.
“Amado Boudou, junto a José María Núñez Carmona, habría adquirido la empresa quebrada y monopólica Ciccone Calcográfica, mientras Boudou era ministro de Economía, a través de la sociedad The Old Fund y de Alejandro Vandenbroele, con el fin último de contratar con el Estado Nacional la impresión de billetes y documentación oficial”, sostuvo Lijo en el llamado a indagatoria.
Y agregó que Boudou se reunió con la familia Ciccone para hacer el traspaso de la compañía a The Old Fund, que después delegó las negociaciones en Núñez Carmona y que Resnick Brenner firmó un plan de pagos excepcional a favor de Ciccone.
Sudamericana (CVS) firmó con la Casa de la Moneda un contrato para la impresión de 410 millones de billetes, ya cuando Boudou era vicepresidente.
Estrategias
Según trascendió, la estrategia de Boudou será confrontar con Lijo, luego de haber expresado días atrás que estaba seguro de que el magistrado lo procesará por la venta de la imprenta.
En cuanto a la causa, se estima que Boudou ratifique la versión que ofreció en febrero pasado, cuando hizo un descargo por escrito.
En esa oportunidad, el ex ministro de Economía afirmó que no conoce a Alejandro Vandenbroele, el titular de The Old Fund, quien compró la empresa, al tiempo que también negó haber participado de alguna reunión con los titulares de la empresa Ciccone Calcográfica durante el proceso en que ésta salió de la quiebra.
