El ministro de Economía y candidato a vicepresidente del Frente para la Victoria, Amado Boudou, afirmó que «ninguna calificadora nos puede poner A, B o C, somos nosotros que decidimos a quien prestarle». Frente a una nueva crisis global, el funcionario nacional aseguró que «esta Argentina no necesita ni plan austral, ni plan primavera, ni convertibilidad, ni corralito, ni corralón, sino seguir por el camino que va».
Boudou pronunció un discurso en el Teatro Coliseo en el cierre de campaña con vistas a las primarias del próximo domingo, previo al mensaje que brindó la presidente Cristina de Kirchner.
En su alocución, Boudou dijo que en el marco de estos comicios el mundo «vive momentos difíciles». «Aquellos países que marcaron el ritmo de la historia se encuentran sufriendo turbulencias, hay poblaciones que sufren y nosotros sabemos en Argentina cuanto se sufrió», sostuvo.
En esa línea, el ministro de Economía dijo que «las elecciones llegan en un momento muy difícil en el mundo. Aquellos países que venían marcando el paradigma están sufriendo fuertes turbulencias. Los argentinos podemos estar parados de otra manera frente al mundo, porque no necesitamos de un plan Austral, Primavera, la convertibilidad, el corralito o el corralón. La Argentina sólo necesita seguir por el camino que va, que inició Néstor Kirchner y esta profundizando Cristina».
Boudou remarcó que «en estos ocho años de gobierno no se ha tomado una sola medida que nos avergüence. No hay Banelco, no quitamos derechos». «Hubo un presidente (Néstor Kirchner) que recompuso la autoridad presidencial en un país que había dejado de ser país», afirmó.
Boudou destacó la incorporación de 2 millones y medio de personas al sistema jubilatorio con la movilidad de los haberes y el fin de la deuda del Boden 12 «símbolo de vergüenza del corralito de De la Rúa y el corralón de Duhalde».
El ministro de Economía resaltó que actualmente se usa el 2 por ciento del PBI a pagar deuda y el 6 y medio por ciento a educación y afirmó que la presidenta «tuvo el coraje de terminar esa obra emblemática como Yacyretá.
El ministro cargó contra las «relaciones carnales» de la época menemista donde «cada uno de cuatro perdía su trabajo». «Ahora tenemos una inserción real con Brasil, Paraguay, Venezuela y Ecuador», remarcó.
«Hay que buscar el voto por todo lo que falta, por más industrialización, calidad educativa, revolución cultural con la entrega de netbooks a los alumnos», dijo.
Sobre el final de su discurso se refirió sin mencionarlo a Julio Cobos y estableció un compromiso: «A partir del 11 de diciembre el vicepresidente va a votar en positivo; nunca más un vicepresidente va a votar no positivo».
