Los jefes de Estado de la Unasur rechazaron hoy la realización de un referendum en las Islas Malvinas, anunciado para marzo del año próximo, y acordaron limitar el accionar de los fondos buitre, en respuesta a una propuesta argentina tendiente a generar una «nueva arquitectura financiera internacional».
Así lo explicó el vicepresidente Amado Boudou, quien participó -junto a 7 mandatarios de la región- de la VI cumbre del bloque en representación de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, afectada por un cuadro de lumbalgia que la obligó a quedarse en Buenos Aires.
Estuvieron presentes el anfitrión Ollanta Humala; el presidente de Uruguay, José Mujica; de Colombia, Juan Manuel Santos; de Chile, Sebastián Piñera; de Ecuador, Rafael Correa; de Surinam, Desiré Delano Bouterse; y de Guyana, Donald Ramotar.
Por distintos motivos, no concurrieron -además de Cristina- la mandataria de Brasil, Dilma Rousseff; de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales.
«Hubo un rechazo explícito de la Unasur a la cuestión de la autoderminación y al referendum que se planea llevar adelante en Malvinas, así como a su eventual resultado, lo cual reafirma la posición argentina y las resoluciones de las Naciones Unidas, y es un éxito político para la Presidenta y el pueblo argentino», dijo el vicepresidente.
La otra cuestión, que quedará incluida en la declaración final, es la necesidad de «limitar las acciones de los fondos buitre», que -según Boudou- constituyen «factores de desestabilización, factores de ruina para los países centrales, que no pagan impuestos y no permiten que los países y sus acreedores puedan tener acuerdos voluntarios, como el caso argentino».
En ese marco, Boudou planteó ante los mandatarios de la Unasur una «propuesta concreta de 4 ejes» respecto a la necesidad de construir una «nueva arquitectura financiera internacional» y se propuso la realización de una reunión extraordinaria en el mes de febrero del año próximo para tratar esos temas y «no queden solo en retórica».
Estas iniciativas incluyen la propuesta de adoptar «mecanismos o principios generales para la restauración de las deudas soberanas» de los países de la región, la «resignificación del Ciadi y la necesidad de buscar mecanismos alternativos», la revisión de los tratados bilaterales internacionales (TBI) y su mecanismo de ultraactividad, y la «necesidad urgente» de revisar el rol de las calificadoras de riesgo, «sustituyéndolas o eliminándolas eventualmente».
En ese sentido, el vicepresidente condenó en duros términos tanto el rol del Ciadi -«no da respuestas equitativas»- como de las calificadoras, a las cuales consideró «causa de la crisis financiera internacional», ya que «han destruido valor en las sociedades, orientan mal los flujos financieros y son parte del gran negocio de los fondos buitre».
Puso como ejemplo una inversión que realizó la empresa General Motors en Argentina, para la cual las calificadoras se negaban a intervenir y el gobierno argentinó debió convocar a la Universidad de Buenos Aires, quienes llevaron adelante la calificación.
En otro orden, dijo que en la reunión de los jefes de Estado se dio un «fuerte respaldo al proceso de paz» iniciado por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, respecto de las FARC, y destacó que el mandatario colombiano agradeció el «esfuerzo argentino en la lucha contra el narcotráfico» y, en especial, la captura en Buenos Aires de «uno de los capos» de la droga, el narcotraficante colombiano Henry de Jesús López Londoño, alías «Mi Sangre».
En cuanto a la situación política de Paraguay, suspendida del bloque desde junio de este año tras la destitución de Fernando Lugo del gobierno, Boudou indicó que «se mantiene la suspensión» y que se realizará un seguimiento del proceso electoral que se realizará en abril del año próximo en ese país.
Para ello, Argentina enviará al director nacional electoral, Alejandro Tulio -presente en la cumbre en Lima-, quien se reunirá mañana en Ecuador con representantes de otros países del bloque, para diseñar la estrategia a seguir para la observación de los comicios paraguayos.
Otra temática que surgió durante las deliberaciones fue el rol que cumple actualmente la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), cuestionado especialmente por las delegaciones de Ecuador y Venezuela, quienes indicaron que «está orientada por organizaciones de los Estados Unidos» y pidieron que «incluya una visión del resto de los países».
Por último, el representante argentino habló sobre la cuestión de los diferendos limítrofes -entre Chile y Perú; y Colombia y Nicaragua- que sobrevolaron el desarrolo de la cumbre en Lima.
En ese aspecto, resaltó especialmente la postura del presidente de Uruguay, José Mujica, quien dijo que «sería bueno no buscar tanto terceras partes sino negociar entre nuestros países» e hizo referencia al conflicto entre Argentina y Uruguay por la instalación de la pastera Botnia, que «se solucionó cuando la política intervino».