El Centro de coordinación de Salvamento de Brasil dio por terminado ayer, sin resultados positivos, el operativo de búsqueda del velero que desapareció hace veintiún días durante una tormenta en alta mar, a la altura del puerto de Río Grande do Sul, con cuatro argentinos a bordo. No obstante, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, dispuso que la corbeta ARA Rosales continúe navegando en aguas brasileñas, “atenta a cualquier indicio que pueda surgir en la localización del velero Tunante II.
Las autoridades brasileñas mantendrán una “búsqueda pasiva” mediante radio avisos a los navegantes y al tráfico mercante con rutas por la zona.
Del operativo que se dio por concluido participaron tres buques y tres aeronaves de exploración de Brasil, y tres buques y un avión P3 Orión por parte de la Armada Argentina, con un total de 557.200 kilómetros cuadrados de área marítima patrullada y 170 horas de vuelo.
Familiares tienen fe
Por su parte, familiares de los tripulantes desaparecidos junto a la embarcación resaltaron su confianza en poder encontrarlos con vida ya que no existen evidencias de un naufragio.
“La esperanza de vida está, porque hay lugares que se registraron por fotos satelitales que no fueron revisados, no fueron rastrillados”, manifestó ayer Nicolás Vernero cuyo padre se encontraba en el velero cuando desapareció.
El pasado 26 de agosto, el velero de 12 metros de largo se declaró en emergencia al ser alcanzado por un temporal con vientos de más de 70 kilómetros por hora y olas de hasta seis metros de altura y desde entonces nunca más pudo restablecer la comunicación.
Los cuatro tripulantes de la embarcación son Jorge Benozzi, Horacio Morales, Alejandro Vernero y Mauro Cappuccio.