Más de 850 ciudades brasileñas celebraron ayer con diversas festividades y manifestaciones culturales el “Día de la conciencia negra” para contribuir a terminar con los prejuicios raciales en el país. Brasil es considerado el segundo país negro del mundo detrás de Nigeria con 75,8 millones de afrobrasileños.
A 122 años de la abolición de la esclavitud (1888), Brasil conmemoró la memoria de “Zumbi de los Palmares”, el último jefe de una república de esclavos fugitivos.
Muerto el 20 de noviembre de 1695 por los grandes terratenientes de la región, Zumbi pasó a ser el símbolo de la resistencia contra la esclavitud.
El día es celebrado desde la década de 1960, pero recién tomó fuerza a nivel nacional en los últimos años. Es que el día 13 de mayo, cuando se celebra la Abolición de la Esclavitud, nunca fue una fecha aceptada por la comunidad negra ya que desde el Estado se destacaba la “generosidade” de la princesa Isabel, lo que se transformaba en una celebración de la actitud de una blanca. En cambio, con la recordación de Zumbi, la conmemoración tomó más importancia como emblema de la resistencia del negro a la esclavitud de forma general, desde el primer transporte forzado de africanos a suelo brasileño.
La Revuelta del Látigo
En tanto, en Río de Janeiro, este “Día de la conciencia negra” ha inspirado tres obras de teatro, una de las cuales es sobre la “Revuelta del Látigo” que tuvo lugar hace cien años, cuando el 22 de noviembre de 1910 un motín, dirigido por un almirante negro de la Marina, Joao Candido –hijo de antiguos esclavos–, estalló a bordo de un acorazado anclado en la Bahía de Río.
Candido y los 1.173 hombres a bordo amenazaron con bombardear la ciudad con los 44 cañones del acorazado Minas Gerais si la práctica secular de los castigos corporales, y en particular de los latigazos, no se abolía en la Marina.
Todo comenzó con el castigo desmedido a un marinero, Marcelino Menezes, que en vez de los 25 latigazos habituales recibió 250.
La actualidad
Eloi Ferreira Araújo, titular de la Secretaría de Promoción de la Igualdad Racial de Brasil, resaltó la aprobación del Estatuto de la Igualdad Racial. “El 13 de mayo de 1888, más de un millón de esclavos fueron liberados, pero eso no fue suficiente. Por eso, recientemente fue sancionado por el presidente Lula el Estatuto da Igualdad Racial, que nos permitirá reparar tantos años de prejuicios y de falta de políticas públicas”, sostuvo el funcionario, según el diario carioca O Día.
Según el Instituto de geografía y estadísticas de Brasil, del 10 por ciento de los brasileños más pobres, 74 por ciento son negros o mestizos.
Los movimientos afrobrasileños reconocen algunos progresos pero a la vez denuncian que aún persiste la exclusión social entre la población afro brasileña.
Traspaso de tierras
Por otra parte, en el marco del Día de la Conciencia Negra, descendientes de un quilombo (lugar donde se situaban varias comunidades negras) del estado de Río Grande del Sur, recibieron ayer el título de propiedad de una hacienda en donde sus antepasados vivieron y trabajaron.
El traspaso estaba en un testamento de su propietario que hace 200 años atrás quiso beneficiar a sus esclavos. Después de dos siglos, su legado fue aprobado ayer, en el municipio de Mostardas, una región litoraleña de Río Grande.
Se trata de la primera comunidad de descendientes de esclavos de la región en contar con un registro de posesión de tierras. Después de más de una década de tramitación, el proceso de reconocimiento de la posesión del llamado Quilombo Casca realizará el sueño de 85 familias que viven allí.
Esta es la tercera área de quilombos del Estado en ser adjudicada, la primera en zona rural, según publicó el portal carioca Zero Hora.