Daniel «Maguila» Puccio, conocido por haber integrado el clan liderado por su padre que cometió secuestros y homicidios en los años ochenta, fue liberado en forma provisoria por una jueza del estado de San Pablo tras haber permanecido detenido en Brasil desde el 16 de septiembre último por poseer documentos falsos, informó hoy a Télam la Secretaría de Administración Penitenciaria de Brasil.
La medida provisoria fue otorgada el 30 de septiembre por parte de la magistrada Andrea Ribeiro Borges de la localidad de Itú, interior del estado de San Pablo, y benefició a Puccio, quien ahora deberá cumplir una serie de requisitos, entre éstos fijar un domicilio y comparecer ante la Justicia cada vez que se lo requiera mientras prosigue la investigación.
Según el expediente al que accedió Télam, Puccio (58) contó con la asistencia de dos abogados que solicitaron su excarcelación dado que no había pedidos de captura de Interpol en su contra.
La Secretaría de Administración Penitenciaria de Brasil informó que «Maguila» fue excarcelado el 1° de octubre a las 9.38 de la prisión de Itaí, a 300 kilómetros al oeste de la ciudad de San Pablo, donde había sido llevado tras ser detenido el 16 de septiembre con documentos brasileños falsos.
Aquel día, Puccio viajaba en un micro desde Foz de Iguazú, frontera con Puerto Iguazú, Misiones, con destino a San Pablo, donde dijo que tenía previsto instalarse.
La captura se produjo durante un operativo antidrogas que la Policía Vial realizó en la ciudad de Itú, donde detuvo la marcha de un ómnibus con 14 pasajeros.
Según el portal de O’Globo, Puccio se habría puesto nervioso al ver a los policías y entregó un documento falso que llamó la atención de los efectivos porque la foto era diferente a la que figuraba en el sistema.
Al ser consultado, reconoció que lo «compró» en San Pablo «para permanecer por más tiempo en Brasil».
A raíz de los secuestros y asesinatos atribuidos a la banda, «Maguila» estuvo detenido sólo dos años y medio, desde agosto de 1985 hasta febrero de 1988, cuando fue liberado por el tiempo transcurrido sin recibir sentencia.
En 1999, recibió una pena de 13 años de cárcel sólo por el secuestro de Nélida Bollini de Prado (59), el último realizado por el clan, pero jamás la cumplió porque desde entonces permaneció prófugo -aparentemente por Nueva Zelanda y Brasil- y debido al tiempo transcurrido, la causa finalmente fue declarada prescripta en 2011.
El clan liderado por Arquímedes estuvo integrado por dos de sus hijos, Alejandro, ex wing del Club Atlético San Isidro (CASI) y de Los Pumas; Daniel; el militar retirado Rodolfo Franco y sus amigos Guillermo Fernández Laborde y Roberto Oscar Díaz.
El primero de los hechos atribuidos a esta banda fue el que tuvo como víctima a un conocido de Alejandro, el rugbier del club Pueyrredón Ricardo Manoukian (24), secuestrado el 22 de julio de 1982 y asesinado a balazos nueve días después a pesar de que la familia de la víctima pagó 250.000 dólares de rescate.
El segundo de los casos acreditados por la Justicia fue el de Eduardo Aulet (25), ingeniero y jugador del San Isidro Club (SIC), a quien capturaron el 5 de mayo de 1983 y asesinaron apenas cobraron los 100.000 dólares pagados para liberarlo, aunque su cuerpo recién fue hallado cuatro años después.
Luego, el 22 de junio de 1984, el empresario Emilio Naum (38), propietario de firma de ropa Mac Taylor y quien conocía a Arquímedes, fue asesinado de un balazo en el pecho cuando se resistió a que el clan lo secuestrara.
La banda recién fue desarticulada el 23 de agosto de 1985, al intentar cobrar el rescate por la empresaria Bollini de Prado, a quien la Policía rescató de la casona de los Puccio en San Isidro donde pasó 32 días cautiva.
Tras ser detenido el clan, Alejandro saltó con sus manos esposadas desde el quinto piso de los tribunales porteños y, si bien sobrevivió, las lesiones le complicaron su estado de salud mientras cumplió reclusión perpetua.
Tras salir en 2007 bajo libertad condicional, en 2008 murió a los 49 años mientras estaba internado en un centro asistencial de Avellaneda.
Por su parte, Arquímedes fue condenado en diciembre de 1995, también a reclusión perpetua, y a partir de 2002 fue beneficiado con prisión domiciliaria, pero en 2004 lo enviaron a una cárcel de La Pampa, luego de que se comprobó que salía de su casa.
Durante el tiempo que estuvo detenido se recibió de abogado, en 2008 recibió la libertad condicional y fijó domicilio en el barrio El Molino de General Pico, donde falleció el 3 de mayo de 2013 como consecuencia de un ACV.